Calculan 5 mil damnificados, 600 inmuebles inundados y daños por 58 millones de dólares
Pobladores de Angra dos Reis abandonan sus hogares por riesgo inminente de nuevos deslizamientos
Martes 5 de enero de 2010, p. 19
Sao Paulo, 4 de enero. Casi la totalidad del centro histórico de la turística ciudad de Sao Luiz do Paraitinga, interior de Sao Paulo, fue arrasado por una de las fuertes tempestades que han azotado el sudeste de Brasil, incluyendo una antigua iglesia, con daños que llegarían a 58 millones de dólares.
Según la televisión y agencias de prensa locales, la ciudad quedó prácticamente aislada, pues las aguas cortaron las principales vías de acceso y un puente quedó sumergido.
Las autoridades calculan que los perjuicios en Sao Luiz, ubicada a 182 kilómetros de Sao Paulo, en el Valle de Paraíba, rondarían los cien millones de reales (unos 58 millones de dólares), y calculan que hay unos 600 inmuebles cubiertos de agua, así como 5 mil personas sin vivienda.
La defensa civil del estado de Sao Paulo informó que esa localidad es una de las más afectadas por las lluvias que estos días castigaron buena parte de la región.
El mayor daño ocurrió en el centro histórico de Sao Luiz. Allí, casi 80 por ciento de los edificios que datan del siglo XIX y comienzos del XX fueron destruidos o cubiertos por el agua. De los 90 inmuebles construidos en esos siglos y considerados patrimonio histórico, 70 fueron afectados.
Las construcciones perjudicadas más importantes fueron la Capilla de las Mercés y la Iglesia Matriz de Sao Luiz de Tolosa, un símbolo de la ciudad, construido hace unos 200 años y cuya estructura y torre se derrumbaron totalmente.
En las imágenes televisivas se veían decenas de casas sumergidas, edificios históricos destrozados, además de troncos, postes y objetos de todo tipo flotando, viviendas en escombros y automóviles abollados. El tradicional carnaval de la ciudad fue suspendido.
Las fuertes lluvias que derivaron en inundaciones y deslizamientos de tierra desde el 30 de diciembre en el sureste brasileño dejaron más de 80 muertos, la mayoría en el estado de Río de Janeiro, donde se documentaron 72 decesos.
Los pobladores de la ciudad portuaria de Angra dos Reis comenzaron a abandonar hoy sus hogares por temor a nuevos desastres naturales provocados por las fuertes lluvias.
Existe riesgo inminente de nuevos deslizamientos (de tierra). Por eso nuestro trabajo (de traslado de habitantes) debe continuar lo más rápidamente posible
, declaró Tuca Jordão, alcalde de Angra, localidad del litoral sur del estado de Río de Janeiro, 150 kilómetros al sur de la ciudad del mismo nombre.
Se prevé que los perjuicios en la ciudad, donde fallecieron 21 personas por los deslizamientos de tierra del viernes tras las intensas lluvias, alcancen 250 millones de reales (unos 143 millones de dólares). Ese mismo día, 29 personas murieron ahogadas o sofocadas por deslaves en la turística Ilha Grande, también en Río.
La situación en Angra dos Reis todavía es preocupante, pues existen 40 puntos de potenciales deslizamientos, destacó el vicegobernador del estado, Luiz Fernando Pezao.
Tras las lluvias en la región, más de 200 casas del centro de Angra fueron clausuradas y deberán ser demolidas, informó la defensa civil. A su vez, la alcaldía prohibió este lunes futuras construcciones en la región de la sierra local.
Los propios habitantes del centro de Angra están atemorizados por la posibilidad de nuevos deslizamientos que hagan desmoronar sus casas, y este lunes seguían retirando sus pertenencias.
No tengo cabeza para pensar en nada, apenas agradecer por estar viva. Las paredes de la vivienda, construida con tanto sacrificio, ya se están rasgando
, afirmó Carmen Maia Reis, de 35 años.
En diciembre de 2002 una fuerte tormenta dejó 40 muertos en Angra dos Reis, y las operaciones de socorro duraron tres meses.