La Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos condenó el asesinato de Dora Alicia Recinto Sorto y Ramiro Rivera Gómez, integrantes del Comité Ambiental de Cabañas, organización salvadoreña contra el abuso de las empresas mineras en su país. En carta al embajador de El Salvador en México, Hugo Roberto Carrillo, la AMAP pidió al gobierno de ese país una investigación imparcial sobre la muerte de los activistas. Los asesinatos se suman al secuestro y asesinato del activista Gustavo Marcelo Rivera; el sabotaje al sistema electrónico y las amenazas de muerte a periodistas de Radio Victoria, al director de la Asociación de Desarrollo Económico y Social de Santa Marta, y a varios líderes comunitarios de Cabañas, y los intentos de asesinatos contra el sacerdote Luis Quintanilla y del líder comunitario Ramiro Rivera. [...] Existen suficientes evidencias para presumir que el asesinato de Ramiro Rivera y de Dora Recintos y los demás crímenes forman parte parte de una campaña para intimidar a las organizaciones sociales en Cabañas, campaña impulsada por empresas mineras trasnacionales, asentó en la misiva.