Ciudad del Vaticano. El papa Benedicto XVI proclamó ayer venerables al carismático Juan Pablo II y al controvertido Pío XII, acusado por su silencio ante el Holocausto nazi. El anuncio sobre Pío XII, al término de la celebración de los 40 años de la creación de la Congregación para la Causa de los Santos, provocó sorpresa. La eventual beatificación y posterior canonización del Papa del silencio, para las que se necesita demostrar que intercedió en uno o dos milagros, generó duras críticas de la comunidad judía y de historiadores católicos que se oponen a que Pío XII alcance la gloria de los altares debido a su comportamiento ante los horrores de las tropas nazis.