Complica su existencia al exigir 4% de la votación nacional
Jueves 17 de diciembre de 2009, p. 8
La iniciativa de reforma política y electoral promovida por el presidente Felipe Calderón prolonga la larga cadena de modificaciones legales que desde hace más de tres décadas ha marcado la transición democrática en el país. Paradójicamente, si entonces se buscaba alentar la participación de un mayor número de partidos políticos y mejores condiciones de equidad, ahora la propuesta complica la existencia de los partidos minoritarios.
Las reformas electorales han modificado la estructura del Congreso de la Unión tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, en ambos casos para incrementar su integración, contrariamente a lo que se pretende ahora. En cuanto a las organizaciones políticas, la tendencia a favorecer la conformación de partidos, que comenzó a modificarse en 2007, con cambios en la estructuración de coaliciones, ahora se pretende complicar con el incremento al porcentaje de los sufragios nacionales –4 por ciento– para mantener el registro.
A continuación se enlistan las fechas más importantes en el largo camino de reformas electorales en México.
1962. Por primera vez se introduce un sistema mixto para la elección de diputados federales, creándose la figura de diputados de partido, para favorecer una mayor presencia de la oposición en los casos en que se obtuviera más de 2.5 por ciento de los votos.
1973. Nuevas modificaciones a los requisitos para preservar el registro, se reduce el porcentaje mínimo de votos para mantenerlo, ubicándolo en 1.5 por ciento. En consecuencia, se incrementó el número de legisladores asignados a los partidos minoritarios.
1977. Se aprueba la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, considerada por especialistas como el inicio de la transición democrática en el país. La deslegitimada elección presidencial de 1976 y la secuela de la guerra sucia favorecieron la reforma que incluyó: la ampliación a 400 integrantes en la Cámara de Diputados, de los cuales 300 son de mayoría relativa –anteriormente eran 196 por esta vía– y 100 de representación proporcional. Con un mínimo de votos de 1.5 por ciento, se favoreció la presencia en la Cámara de Diputados de los partidos Comunista Mexicano (18 diputados), Socialista de los Trabajadores y Demócrata Mexicano.
1986. Se amplía el número de diputados plurinominales hasta ubicarlos en 200 –con lo que la Cámara de Diputados se integra con 500 miembros– con la innovación de que el PRI tendría acceso a la repartición de curules por esta vía. Se adapta la cláusula de gobernabilidad para garantizarle al tricolor la mayoría absoluta.
1990. Se crea el Instituto Federal Electoral (IFE) y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, con lo que inició un conjunto de modificaciones que en varios años consolidaron a la autoridad electoral, como pasos adelante que incluirían posteriormente la credencial de elector con fotografía
1993-1994. Se amplía la conformación del Senado, introduciendo la primera minoría y posteriormente –hacia 1997– se incluya los senadores por lista plurinominal, con lo que esa instancia se conforma por 128 integrantes. En el contexto del levantamiento zapatista se dan los primeros pasos hacia la ciudadanización del IFE, aunque Gobernación se mantiene organizando las elecciones.
1996. Tras el reconocimiento de la inequidad de la elección de 1994, se aprueban cambios que incrementan sustancialmente el financiamiento de los partidos, lo que encarece las elecciones pero dota a la oposición de recursos para poder acceder a los medios electrónicos. El IFE adquiere plena autonomía y se introducen modificaciones sustanciales en materia de fiscalización, que en su momento posibilitarían sanciones millonarias al PRI y al PAN por irregularidades en su financiamiento. Se crean márgenes de sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados.
2007-2008. Las polémicas elecciones de 2006 favorecen una nueva reforma de fondo que incluye cambios en el modelo de comunicación política, para prohibir la contratación de promocionales a partidos y particulares, se regula la propaganda gubernamental y el activismo de gobernantes y legisladores, se regulan precampañas y se cambian las reglas del cómputo distrital para incorporar nuevas causales de apertura de las urnas.