A pesar de los esfuerzos del Partido Acción Nacional (PAN) por lograr que comience a la brevedad la discusión de la reforma política de Felipe Calderón, los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) se mantienen en la postura de que el trabajo legislativo se dé a partir de febrero, cuando el Senado presentará sus propuestas de modificación en torno al régimen presidencial.

El presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete, adelantó que presentarán un paquete de iniciativas con la finalidad de conformar una verdadera reforma del Estado, ya que Calderón lo único que pretende es acotar al Congreso en su funcionamiento y limitar su pluralidad para fortalecer el presidencialismo.

Entre las propuestas del Senado estarán, dijo, temas que se han discutido en el Congreso los pasados dos años, entre ellos que el Ejecutivo federal sea sujeto de responsabilidades durante su encargo y definir qué hacer en caso de ausencia total del Presidente de la República, que no está ahora definido en la Constitución, a pesar de que los mandatarios pueden fallecer durante su sexenio.

Por separado, el senador del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, advirtió que es fundamental que se indique también en la Carta Magna la facultad del Senado para ratificar a los integrantes del gabinete presidencial, con la finalidad de evitar que a esos cargos lleguen sólo amigos e incondicionales del gobernante en turno, aunque su capacidad y experiencia sea nula.

El coordinador de los senadores del PAN, Gustavo Madero, sostuvo que crear ese mecanismo de ratificación llevaría a chantajes, y a mecanismos perversos de negociación, por lo que alguna fuerza política podría condicionar la aprobación de un miembro del gabinete, a cambio de otra cosa.

Al respecto, Navarrete respondió que sólo preguntaría qué es lo que pasa ahora y cómo se logran las mayorías en las cámaras del Congreso. Ello lleva, dijo, a la necesidad de conformar mayorías públicas, coaliciones legislativas que sostengan el programa del gobierno en turno.

En entrevista aparte, el senador del PAN Felipe González dijo que en su bancada están dispuestos a empezar de inmediato los trabajos legislativos. Pienso que podemos citar a comisiones o reunirnos algunos grupos de legisladores para sentarnos a analizar esta iniciativa del gobierno, que le daría cauce a muchas de las presiones y problemas pendientes en el país.

Cuestionado sobre la posibilidad de que el PAN acepte modificar también el sistema presidencial, como lo plantean priístas y perredistas, González respondió que primero habría que preguntar al PRI si están dispuestos a que los congresos locales ratifiquen a los gabinetes de los gobernadores.

Por su parte, Navarrete reiteró que hasta el próximo periodo de sesiones –que inicia en febrero– se comenzará a dictaminar la reforma de Calderón, la que, reiteró, llegó tarde y tiene varias inconsistencias. Entre ella mencionó que la decisión de relegir a diputados, senadores y presidentes municipales, contra lo expresado por Calderón, queda en manos de los partidos, no de la ciudadanía.

Igualmente resaltó que en el caso de las candidaturas ciudadanas no se precisa cómo se financiarán ni los mecanismos de fiscalización. Son temas que hay que analizar a fondo, por lo que, dijo, no puede haber prisas.

Resaltó que al ser necesaria una reforma constitucional, se requieren dos terceras partes de los votos, lo que ninguna fuerza política puede lograr por sí sola.