Gómez Farias, Tamps., 23 de noviembre. Vestido con una fina chamarra de piel conocida aquí como cuera, obsequiada minutos antes por el gobernador priísta Eugenio Hernández, el presidente Felipe Calderón agradeció “también por la cuera” y añadió: Yo ahí traía la mía, que es mi señora.

La broma suscitó risas del público que acudió a la inauguración de un centro ecológico en el parque El Cielo, adonde el Presidente había ido con su esposa Margarita Zavala.

Ya se está ganando el cielo, Presidente, expresó el gobernador, con lo que dio paso a la entrega del regalo, que el michoacano no dudó en ponerse.

Y como éste era azul con detalles bordados, Calderón Hinojosa comentó que su anfitrión se lo había dado porque el cielo es de ese color, para luego añadir: Qué bonito lo del verde. Ahí vamos empatados, en lo que pareció un juego de palabras sobre los colores del PAN y del PRI.

Hernández Flores había confirmado la sospecha de su invitado cuando explicó: No sé si le atinamos a la talla, Presidente, pero al color sí le atinamos.

Aunque el halago duró poco tiempo, porque cuatro horas después, cuando la información había generado controversia, la Presidencia de la República se empeñó en aclarar que el Ejecutivo no se quedaría con la prenda tamaulipeca y que la enviaría a la Secretaría de la Función Pública para que calculara su precio y dispusiera de ella.

Esto porque, según la ley, los servidores públicos no pueden recibir regalos que excedan los 10 salarios mínimos, es decir 548 pesos. De acuerdo con diversos sitios de Internet, una prenda de este tipo puede costar entre 4 mil y 15 mil pesos.

Los Pinos ya no especificó qué ocurrirá con la bolsa de cuero que recibió la esposa del Presidente de parte del mandatario local, quien había explicado que Zavala “ya tiene una cuera” y la había lucido en una visita anterior. Según  el periódico Así es Tamaulipas, fue un presente que le hizo Adriana Hernández, esposa del gobernador del estado y titular del DIF local.

El nombre del parque también fue motivo de guasa entre ambos. A su llegada, el michoacano exclamó: ahora sí que qué gusto estar aquí en El Cielo. No pensaba llegar tan pronto, yo espero que no me toque tan pronto.

El gobernador le había dicho que se había ganado el cielo por el apoyo que dio a la creación del centro ecológico en esta reserva.

Tras el recorrido, Calderón contó que se imaginaba el cielo con muchos árboles, agua y con las mejores cosas de la Tierra, como las que se encuentran en este parque.

Cuartos en el cielo

Mientras, el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, se mostró entusiasmado con que viajeros de Estados Unidos y Canadá llegaran aquí para observar aves.

En el camino, Felipe Calderón y Eugenio Hernández pudieron apreciar letreros que aludían al sugerente nombre de este lugar, como los anuncios de casas de huéspedes que ofrecían cuartos en el cielo, o el de una cantina llamada El Infierno.