La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal inició una queja de oficio por el caso del Hospital Central de Oriente, donde presuntamente se traficaba con menores recién nacidos. Dijo que revisará la actuación de las autoridades de esta ciudad en torno a la regulación de estos nosocomios, y si cuentan con los permisos para operar, señaló su presidente, Luis González Placencia.

Ell titular de la Secretaría de Salud de esta capital, Armando Ahued, afirmó que si bien colaborarán con los órganos judiciales en el esclarecimiento de ese caso, la tarea de vigilar que los hospitales privados cumplan con las normas y trabajen adecuadamente es responsabilidad de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), no de la dependencia que encabeza.

“Sin embargo –dijo–, si hay alguna denuncia de la población (en torno a esas anomalías), nosotros actuaríamos, investigaríamos y pasaríamos (el asunto) a la Cofepris o a la instancia que sea necesaria, como la procuraduría, para que se investigue.”

Respecto del aseguramiento del Hospital Central de Oriente, Ahued dijo que promoverán el proceso de extinción de dominio sobre dicho inmueble para que pase a la Secretaría de Salud local.

La presidenta de la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa, Rocío Barrera, aseguró que en la ciudad de México operan clínicas y hospitales clandestinos donde se cometen delitos que van desde tráfico de niños hasta fraude con operaciones quirúrgicas, por lo que pidió a la Secretaría de Salud y a las 16 delegaciones políticas que realicen operativos de vigilancia.

Gerardo Sauri, presidente de la Red por los Derechos de la Infancia, dijo que desde hace tiempo se había alertado de la existencia de esas clínicas en las que se dice a las madres que sus niños han muerto, además de que hay lugares que dicen ofrecer servicios de ayuda a adolescentes embarazadas, pero lo que hacen es disuadirlas para que den en adopción a sus hijos de manera ilegal.