El G-20 plantea cambiar el poder de voto
Martes 6 de octubre de 2009, p. 23
Estambul, 5 de octubre. Los ministros de Finanzas y de Desarrollo de todo el mundo se comprometieron el lunes a asegurar que el Banco Mundial tenga suficientes recursos para combatir la pobreza y otras amenazas que enfrentan los países emergentes.
A su vez, el presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, advirtió que transcurrirán de ocho a 10 meses antes de que baje el desempleo mundial, incluso si el crecimiento mantiene su avance.
Quiero subrayar que en muchos países, incluso los africanos, la posibilidad de reaccionar a la crisis fue mucho mayor que hace una década
, precisó en los encuentros del FMI en Estambul. Agregó que la crisis llegó al mismo tiempo a los países avanzados y luego de un par de meses alcanzó a los países en desarrollo.
El G-30, grupo de prominentes banqueros, autoridades y economistas, pidió aplicar reformas amplias al FMI, y advirtió que la urgencia de los cambios podría reducirse a medida que desaparecen los problemas derivados de la crisis financiera.
En un informe publicado en el contexto de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, el Grupo de los 30 dijo que los países deberán cambiar pronto la forma en que se maneja el Fondo para reflejar los cambios en el poder económico mundial, y aumentar su capacidad de entregar recursos para contrarrestar futuras crisis.
Un comunicado del Comité para el Desarrollo del FMI, tras un encuentro de responsables de todo el planeta, parecía mostrar un consenso entre las naciones donantes ricas en torno a la necesidad de reforzar las agotadas arcas del Banco Mundial.
El comité también respaldó una propuesta del Grupo de los 20 para cambiar el poder de voto en el Banco Mundial al menos en 3 por ciento en favor de los países en desarrollo, a fin de darles mayor voz en la institución. El comunicado explicó que era importante avanzar hacia un poder de voto equitativo en el Banco Mundial con el paso del tiempo
.
Los préstamos del Banco Mundial a los países en desarrollo de rápido crecimiento se han triplicado desde que empezó la crisis financiera global, a medida que la institución arrojaba líneas vitales a los gobiernos que enfrentaban un colapso en la recaudación y una abrupta disminución de flujos de capitales privados.
En el encuentro semianual, los países en desarrollo pidieron un acuerdo rápido para suministrar más dinero al banco.