El proyecto de la Secretaría de Hacienda de reducir 6 mil millones de pesos a los fondos públicos para consolidar universidades tecnológicas es una propuesta inaceptable que deben rechazar esas casas de estudio, porque el gobierno federal no acompaña la propuesta con un modelo alterno de mejora y desarrollo, afirmó Sergio Martínez Romo, especialista en temas de educación y pobreza.

El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dijo en entrevista que es lamentable que desde la puesta en marcha de estos centros de estudios superiores en el país, en los años 70, el Estado no haya cambiado su modelo de administración, enseñanza e investigación. Ni se ve por ningún lado la aportación del sector empresarial que se prometió en la administración tripartita desde que se crearon las universidades tecnológicas de menos de 10 mil estudiantes, agregó.

Destacó que el análisis del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2010, elaborado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior denota la tendencia del gobierno de Felipe Calderón a reducir la inversión en ciencia y tecnología.

A su juicio, la intención de la administración federal de aumentar impuestos en tiempos de crisis, más allá de parecer equivocada, parece absurda, debido a que no hay claridad en cómo se invierte y gasta el dinero público en el país.

La reducción presupuestal a las instituciones educativas, en general, y el paquete fiscal propuesto, dijo, huele demasiado al proceso electoral que tendrá lugar en tres años, lo mismo que el uso de los fondos de pensiones de los trabajadores, que ya se han usado en otros periodos, pero la propuesta reciente quiere decir que se legitima su uso para negocios de inversión en tiempos de crisis, cuando la experiencia parece no haber sido exitosa en Santiago de Chile.