No hay boletos para los periodistas que cubren el festival de Morelia

Morelia, MIch., 4 de octubre. Cuando Eli Roth –creador de Hostal, una de las cintas que en el ámbito comercial detonó el gusto de los cinéfilos por el género de acción violenta– comenzó a grabar sus primeros minifilmes con una cámara súper 8, llenando de salsa cátsup a sus hermanos para emular secuencias sangrientas, nunca imaginó convertirse en el discípulo nato de Quentin Tarantino; ni siquiera trabajar al lado de David Lynch y su músico de cabecera Angelo Badalamenti.

Ahora, el Festival Internacional de Cine de Morelia lo reconoce y, aunque tiene otro filme de horror, Cabin Fever, que para muchos seguidores del gore ya dejó huella en Estados Unidos, Roth vuelve a exhibir Hostal, historia de unos jóvenes mochileros que buscan acción y chicas en Europa del este, pero que acaban siendo carne de cañón para millonarios que pagan miles de dólares por matar personas, secuestradas mediante chicas seductoras que se dedican a ello.

Sala llena

Eli Roth presentó su cinta en Morelia y, pese a tener tres años de estrenada en México, llenó la sala durante una proyección fuera de concurso.

En una charla, Eli Roth reconoció la influencia en su obra de directores como los japoneses Takashi Miike y Beat Takeshi Kitano, quien, por cierto, aparece en Hostal, como uno de esos millonarios ricos y freaks.

Roth dijo:“Quise traer esas viejas cintas japonesas al cine estadunidense porque creo que son los filmes que tienen que ver; me parece que están listos para retomar esas historias, aunque diré que Hostal está más bien influida por películas italianas de los años 70. Es una drama con una carga fuerte de ideas políticas, por eso cada línea y secuencia tienen su propósito, aunque se puede ver sólo por sus escenas de violencia y tampoco hay problema: cumple dos propósitos. De hecho, adoré la clasificación D (violencia extrema) que le dieron en Estados Unidos”, dijo el cineasta, actor y escritor nacido en Boston, Massachussets, y egresado de la Universidad de Nueva York.

¿Es difícil que Eli Roth no se sienta afortunado, luego de ser apadrinado por Tarantino y trabajar mucho tiempo al lado de David Lynch?, se le preguntó.

Respondió: Tarantino ha confiado en mí en todos los aspectos. Más que padrino, ha sido como un hermano mayor. Agradezco la oportunidad que me ha dado.

Abucheos

Como se dijo en estas páginas, la inauguración del encuentro brilló gracias a la presencia de Tarantino. No así por la de funcionarios.

Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), defendió las políticas de Estado para el cine nacional. Esto, debido en gran medida a la propuesta del gobierno de reducir 46 por ciento el presupuesto destinado al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) para 2010.

En su discurso, Consuelo Sáizar se comprometió a mantener la estabilidad de la inversión en la industria mexicana, a la que ve como una potencia mundial. Reiteró el compromiso de Felipe Calderón con la industria, pero desde el auditorio se escucharon algunos silbidos. Cada que mencionaba el nombre de Calderón, se percibía el rechazo sonoro.

Se comprometió a que el Imcine reciba para 2010 por lo menos el mismo presupuesto que este año.

Sin cintas

Documentales, cortometrajes y largometrajes de ficción comienzan sus exhibiciones en el encuentro. Cada vez el público demanda más trabajos que difícilmente podrán verse. Por lo pronto, la prensa acreditada tendrá que hacer labor para conseguir los títulos en devedé o video, con los distribuidores o en Tepito o el Chopo, ya que los organizadores no previeron la demanda y para periodistas no hay boletos. Seguramente el auditorio es el que ahora hablará de los filmes, y los comunicadores sólo escribirán si llega alguna que otra estrella que levante mediáticamente el festival.