La dirección política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) advirtió que ha vuelto el pistolerismo al Sindicato Nacional de Trabajadores de la educación (SNTE), similar al de los tiempos del ex cacique Carlos Jongitud Barrios, y los trabajadores enfrentan un estado de excepción en el cual sus derechos constitucionales son violentados cada día, como lo muestra la reciente agresión contra sus compañeros en Morelos.

En cada sección, denunció, se organiza a golpeadores y se les dan prebendas. Su tarea es golpear a los maestros democráticos. Aparecen como pandillas y acuden cuando se les llama.

En una conferencia de prensa para exigir que cese a la violencia contra los profesores del movimiento democrático en Morelos, Perla Sosa, de la sección 19; Luis de Loya (22), Eduardo Sánchez, (3), César Mendoza (10), Adelina Torres (19), y Adrián Covarrubias (11) denunciaron la impunidad con que actúan los golpeadores en Morelos, con beneplácito de las autoridades.

Si se golpeó a diputados que trataron de mediar en el problema, ¿qué cosa no harán a la base trabajadora?, preguntó Perla Sosa, quien advirtió que el movimiento no ha terminado y seguirá en la defensa de sus derechos.

Eduardo Sánchez destacó que las autoridades de Morelos toleraron actos deleznables como el desalojo de maestros disidentes perpetrado por un grupo de “individuos alcoholizados y drogados, pagados por los charros”.

César Mendoza, de la sección 10 del Distrito Federal, advirtió que no permitirán que golpeadores los expulsen del edificio sindical ubicado en Belisario Domínguez, en el Centro Histórico.