En Cruz Azul nadie se considera titular ni suplente, señaló el defensa Horacio Cervantes, quien espera recuperarse en tres o cuatro semanas de una lesión en la rodilla izquierda, para buscar nuevamente un puesto en el cuadro inicial.

El jugador confirmó ayer que viajará a Guadalajara para someterse mañana a una intervención quirúrgica. Recordó que en su carrera nunca había tenido una lesión así (de meniscos), pero son cosas del trabajo que se deben asimilar; uno no está exento de este tipo de lastimaduras.

Aceptó que le duele esta situación porque ha tenido una participación regular, tanto en el torneo mexicano como en la Liga de Campeones de la Concacaf, pero está seguro de que al que le toque jugar lo hará bien.

Si se confirma el pronóstico de su recuperación, el zaguero podría no perderse mucho, porque de todos modos no iba a participar en el siguiente encuentro ante Tigres, por el castigo que le impuso la comisión disciplinaria, y en la siguiente fecha el torneo mexicano hará una pausa, por el juego del Tri contra El Salvador en la eliminatoria mundialista. Cervantes espera así ganarle tiempo a la recuperación.

El jugador celeste consideró rigorista su expulsión en el partido anterior contra Toluca. Nunca he sido un elemento que tenga la virtud, la capacidad o la gracia de engañar al árbitro. Me caí, no quise simular un penal, explicó sobre la jugada en la que el silbante Jaime Herrera le mostró la segunda tarjeta amarilla.

Para él su mejoría era palpable porque llevaba ocho partidos sin ser amonestado. Y ni siquiera la primera tarjeta amarilla que le mostraron el sábado la estimó justa, pero son decisiones que hay que respetar.

El otro cementero que acudió a la conferencia de prensa en La Noria fue Héctor Gutiérrez, quien podría ocupar el lugar de Gerardo Torrado ante Tigres. El mediocampista dijo ignorar si el técnico Enrique Meza se inclinará por él, pero le ilusionaría jugar por primera vez en el estadio Universitario.