Washington, 20 de septiembre. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desestimó este domingo una solicitud de siete ex directores de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para cerrar una investigación sobre torturas aplicadas por agentes del organismo a prisioneros de la llamada guerra contra el terrorismo, porque –dijo el mandatario– sigo creyendo que nadie se encuentra por encima de la ley.

En una carta enviada el viernes a Obama, los ex funcionarios pidieron que el mandatario pare una investigación de la procuraduría general sobre los abusos cometidos, con el argumento de que minaría la confianza de países que han cooperado con Washington en operaciones secretas y restaría confianza a los agentes de la CIA sobre el marco legal e institucional de sus actividades.

El mes pasado el procurador general Eric Holder nombró un fiscal especial para que examine si es necesario presentar cargos penales contra agentes del organismo de inteligencia y contratistas de servicios de seguridad privada por abusos en los interrogatorios.

Agradezco que los ex directores de la CIA quieran cuidar a una institución que ayudaron a erigir. Pero sigo creyendo que nadie se encuentra por encima de la ley, manifestó Obama en una entrevista difundida por la cadena CBS.

En otra entrevista transmitida por CNN, declaró: no quiero entrar al terreno de suprimir investigaciones que aún se llevan a cabo.

Obama recalcó que constantemente ha señalado que quiere ver hacia adelante y no hacia atrás, respecto de los problemas que ocurrieron durante el gobierno del ex presidente George W. Bush y que involucran el uso de severos métodos de interrogación.

Funcionarios del periodo presidencial de Bush, incluido el ex vicepresidente Dick Cheney, han defendido esos actos y señalaron que los interrogatorios suministran valiosa información de inteligencia. Los ex directores de la CIA que firmaron la carta también señalaron que los métodos aplicados por los agentes impidieron nuevos ataques contra Estados Unidos.

A mi entender, la investigación no tiene carácter penal en este momento. Simplemente se investiga qué ocurrió, aclaró Obama respecto de las denuncias de torturas en cárceles de Irak, Afganistán y Guantánamo.

No quiero una cacería de brujas, señaló Obama. Pero el fiscal general tiene como función hacer valer la ley, afirmó.