Jalapa, Ver., 5 de septiembre. A un año de ocurrido un deslave que obligó a desalojar a las 355 familias que habitaban el poblado de Barranca Grande, municipio de Ixhuacán de los Reyes, las autoridades no han cumplido su compromiso de construir viviendas en el poblado de Xixitla, adonde serían reubicadas y en el lugar sólo hay una casa muestra, denunciaron los afectados.

En la madrugada del 8 de septiembre de 2008, las lluvias provocaron el desgajamiento de un cerro que arrasó al menos una decena de viviendas en las que murieron dos personas de Barranca Grande. A un año de que las 355 familias fueron evacuadas y se decretó zona de desastre natural, al menos cien ya regresaron a la localidad debido al incumplimiento de las autoridades para una reubicación definitiva. Las otras 255 permanecen hacinadas en el salón social de la cabecera municipal de Ixhuacán.

Sin embargo, el pasado 20 de agosto, ante la temporada de lluvias, la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente ordenó el desalojo total de la localidad y envió a los lugareños a un predio de la comunidad de Xixitla, a cinco kilómetros de distancia.

“Muchos regresamos (a Barranca Grande) por no tener dónde vivir y ahora nos mandan a un fraccionamiento con casas fantasma; nada se ha construido, pese a que oficialmente el gobierno estatal ya lo da por hecho”, dijo José Abel Ortiz Muñoz, del Consejo de Vigilancia del poblado.

En Xixitla sólo hay un predio de 17 hectáreas adquirido con recursos del Banco Nacional de Obras y Servicios. Allí se debieron construir 355 viviendas, pero sólo hay una casa-muestra y tampoco hay calles trazadas, red de agua potable, de energía eléctrica ni drenaje y planta de tratamiento, señaló el representante comunitario.

Grupo JA Constructores, a la que se le otorgó el contrato, argumenta que la Secretaría de Finanzas estatal no ha pagado, dijo Fernando Villa Reyes, del Comité de Agua Potable de Barranca Grande.

Nos van a desalojar y no sabemos a dónde ir. Lo más seguro es que regresemos a Barranca Grande y corramos cada vez que se vengan las lluvias y se desgajen los cerros, anticiparon los líderes comunitarios.