Diputados del PRD consideraron insuficiente el acuerdo de unidad entre los gobernadores y la cúpula de las corrientes, porque, expresaron, lo que se requiere es una transformación del partido, que pasa por dejar a un lado el uso clientelar de la dirigencia y de las candidaturas.

Los legisladores señalaron que la reconciliación no pasa sólo por evitar una disputa con Andrés Manuel López Obrador, sino también consiste en superar la corrupción, el fraude en los procesos internos y el chambismo, factores que también explican la caída electoral perredista.

Humberto Zazueta, del Movimiento Cívico Nacional, consideró una grosería para la militancia y los sectores democráticos que han respaldado con votos al PRD, que la única conclusión del encuentro en Morelia, Michoacán, sea que los malos resultados del 5 de julio se deben sólo a la división.

Ése no es el único problema, sino sólo uno de los muchos que afronta el partido, y no es fundamental, porque siempre hemos tenido divergencias políticas. También está el desprestigio social por la corrupción interna, el fraude en los procesos de selección de candidatos y la relación perversa con los gobernadores de otros partidos, expuso.

Además, dijo, los perredistas han recurrido a la práctica de repartir despensas en campañas electorales y a comprar votos, y las candidaturas las ganan quienes tienen más dinero.

Sin embargo, frente a esos problemas, los gobernadores y la cúpula del partido sólo concluyeron que el problema es la unidad, pero no hubo autocrítica, cuando lo que se requiere es convocar a las izquierdas a construir un proyecto alternativo de nación, afirmó.

También, expuso, que Jesús Ortega Martínez renuncie a la presidencia del partido de manera voluntaria, porque no puede haber esa unidad ya que él no representa a la mayoría del perredismo.

Por su parte, Juan Guerra Ochoa definió que tanto Ortega como López Obrador no son más que rehenes de sus grupos clientelares, que ya no tienen una visión de país ni de lo que es la izquierda, y lo único que les interesa es ver al partido como un botín para repartirse puestos y cargos, y saben que el manejo de la clientela es lo que les permite conseguir dinero y ganar elecciones internas, pero a costa del futuro del PRD.

Consideró positivo que uno de los acuerdos sea evitar la confrontación con López Obrador, pero confió en que el ex candidato presidencial también asuma sus propios compromisos y reconozca que la debacle es responsabilidad de todos. Espero que no se le nuble la vista, que se baje del pedestal y entienda que requerimos un esfuerzo conjunto, porque la izquierda es más importante que cualquier persona; es una necesidad para el país, más que la vocación que algunos tengamos, expuso.