Chillán, 11 de julio. Un grupo encabezado por tres expertos mexicanos trabaja en esta sureña población chilena en la restauración del mural de David Alfaro Siqueiros Muerte al invasor, ya que presenta grietas, fisuras y pérdida de superficie.

El fresco, pintado en 1942 en la Escuela México de Chillán, está considerado un mural emblemático del desaparecido artista mexicano (1896-1974), ya que en él experimentó nuevas técnicas pictóricas y arquitectónicas que definieron su obra posterior.

David Oviedo Jiménez, restaurador del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de México, quien encabeza el equipo de trabajo, dijo que el mural se encontraba bastante deteriorado, por lo cual su recuperación ha llevado más tiempo de lo esperado.

Hemos hecho un trabajo muy minucioso, resanando grietas y fisuras que fueron provocadas por temblores, y cubriendo los faltantes de superficie, añadió Oviedo Jiménez, a quien acompañan los restauradores del INBA Elena Acosta y Renato Robert Paperetti.

Los tres expertos llevan trabajando 11 meses en la recuperación del mural de Siqueiros, y lo hacen junto con un grupo de siete chilenos de diferentes especialidades, desde licenciados en arte hasta pintores que retocan las partes de la obra que han sufrido pérdida de color.

Mural de Xavier Guerrero

El grupo restaura además el mural De México a Chile, del mexicano Xavier Guerrero, el cual se encuentra también en la Escuela México de Chillán (unos 400 kilómetros al sur de Santiago), en la entrada del recinto académico.

Oviedo Jiménez, experimentado pintor y restaurador de obra mural, dijo que ambas pinturas, que datan de hace 66 años, presentaban una alto grado de deterioro por las extremas temperaturas y humedad de Chillán, además del deficiente mantenimiento de la estructura. Muerte al invasor es una obra de 249 metros cuadrados pintada en dos muros unidos por un plafón abovedado en la biblioteca de la Escuela México, y muestra a próceres de México y Chile –Cuauhtémoc, Caupolicán, Miguel Hidalgo y O’Higgins– resistiendo la conquista.

Robert Paperetti, restaurador italiano radicado en México desde hace más de tres décadas, señaló que en el entretecho de Muerte al invasor había hasta murciélagos, roedores y goteras que afectaron la obra de Siqueiros.