El número de obreros en fábricas cayó 9.7%, y el personal administrativo bajó 5.1
Las remuneraciones medias pagadas ese mes fueron 1.2% menores a las de un año antes
Martes 30 de junio de 2009, p. 26
El personal ocupado en la industria de transformación tuvo una reducción de 8.4 por ciento en abril de este año respecto al mismo mes de 2008, el mayor número de despidos observado desde noviembre de 1995, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El número de obreros en las fábricas disminuyó 9.7 por ciento, mientras el personal administrativo fue recortado en 5.1 por ciento, precisó el organismo.
En uno de más de los reportes que documentan la magnitud de la recesión de la economía mexicana, el Inegi, que en los últimos cinco días reportó decrementos anuales en abril de 6.5 por ciento en los servicios, de 15.7 en las ventas de mayoreo, de 5.2 en las minoristas, y una contracción general de la actividad económica de 12.2 por ciento, puntualizó que la reducción anual del empleo en la industria de transformación fue consecuencia de los descensos en los 21 subsectores que integran el sector manufacturero
.
Los recortes de personal, ocasionados por la caída en la demanda externa e interna de sus productos abarcaron la totalidad de las actividades manufactureras, pero se sintieron con mayor rigor en el subsector que agrupa a las empresas fabricantes de equipos de transporte, donde 21.1 por ciento de los trabajadores que había en abril de 2008 ya no se encontraban en el mismo mes de 2009.
En las plantas fabricantes de muebles y productos relacionados, la reducción de la planta laboral fue de 14.3 por ciento; en las de maquinaria y equipo el recorte anual fue de 14.1; mientras en la industria de la madera se despidió a 13.7 por ciento de sus trabajadores en un año, y en la de productos metálicos la disminución fue de 11.8 por ciento.
La sombra de la desocupación ha campeado en todas las fábricas y oficinas administrativas de las empresas manufactureras que operan en el país; incluso en aquellas que se caracterizaban por la estabilidad de su planta laboral, como las que integran la industria alimentaria, y la de bebidas y tabaco, han tenido que disminuir 1.3 y 2.8 por ciento respectivamente, el universo de trabajadores.
Tanto la situación laboral como la productiva presentan signos de deterioro en la industria manufacturera, que contribuye con 18 por ciento del producto interno bruto (PIB), como en el comercio y los servicios, que aportan más de dos terceras partes del valor de la producción anual de la economía mexicana.
Según informó el Inegi, la producción industrial en México tuvo una caída anual de 13.2 por ciento en abril de este año, pero dentro de este sector, la industria manufacturera de transformación reportó un hundimiento de 18 por ciento, más profundo que el recorte anual de personal que en el mismo mes fue de 8.4 por ciento.
Por su parte, en el sector servicios se registró una caída de 12.85 por ciento en abril de este año respecto al mismo mes de 2008, la cual se reflejó en una disminución anual de 6.5 por ciento en el personal ocupado en este sector, sin considerar al empleado en las actividades comerciales de mayoreo y menudeo.
En cuanto al número de horas persona trabajadas en la industria manufacturera, un indicador de generación de valor, el organismo encargado de la estadística nacional informó que en abril de este año tuvo un desplome anual de 13.5 por ciento, el hundimiento más profundo en 14 años, desde abril de 1995 en que cayó 17 por ciento.
Por lo que se refiere a los pagos salariales al personal que preserva su empleo, incluidas las prestaciones, el Inegi informó que las remuneraciones medias reales pagadas
en abril pasado fueron 1.2 por ciento inferiores a las cubiertas un año antes.
Así, los marcadores de la recesión de la economía mexicana en la industria manufacturera de transformación iban así de enero a abril de 2009: la producción cayó 14.9 por ciento respecto a la reportada en el mismo periodo de 2008; el personal ocupado se redujo 7.6 por ciento en conjunto, pero se despidió a 8.9 por ciento de los obreros y a 4.1 por ciento de los trabajadores administrativos; el número de horas persona trabajadas disminuyó 9.7 por ciento, y la remuneraciones reales pagadas
al personal tuvieron un alza marginal de 0.3 por ciento.