Buenos Aires, 21 de junio. A ocho días de la elecciones legislativas, en las que se dirimirá la correlación de fuerzas que regirá al Parlamento hasta 2011, las mayores sospechas del electorado están dirigidas hacia las empresas de sondeos que han presentado sorprendentes diferencias en un complejo mapa, donde las divisiones tanto en la derecha, el centro o la izquierda, hacen más difíciles las previsiones.

Todos los analistas coinciden en que la diversidad de alianzas complicará inevitablemente la lectura del resultado electoral, donde por estas horas se habla del enfrentamiento de dos modelos, uno de ellos es seguir la nueva política del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y los anuncios de retornos neoliberales, que surgen especialmente de la derechista Propuesta Republicana y sus alianzas con el sector del peronismo opositor al gobierno actual.

Como en otros países de América Latina, los medios masivos de comunicación en manos privadas, se han convertido en la mayor voz opositora y en el respaldo del arco derechista. Es evidente también que dan espacio especial a aquellos disidentes que por izquierda golpean al gobierno.

El haber otorgado carácter plebiscitario a los comicios legislativos es lo que endureció la campaña y se relegó el debate de fondo, que sólo algunos candidatos pudieron sostener aisladamente, mientras los ataques personales enrarecieron el clima.

Recientemente esta dureza llegó a duros extremos cuando el periodista Mariano Grondona junto con el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, llegaron a pronosticar burlonamente que prácticamente el 28 de junio, si el oficialismo perdía se caía el gobierno.

Esto y anuncios como el del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri de la derechista Propuesta Republicana (PRO), diciendo que el ciclo kirchnerista está terminado, y que lo importante era cumplir con una transición civilizada, dan cuenta del clima que se ha creado.

Esa misma posición ha tomado su socio en la provincia de Buenos Aires, el también empresario -de origen colombiano- Francisco de Narváez, a la cabeza del peronismo disidente de derecha, quien lleva adelante la campaña más cara de estos comicios, lo que justificó diciendo que era dinero personal.

Entre los debates más importante que se darán en el futuro Congreso está el del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en remplazo de una vieja ley dictatorial, que precisamente ha favorecido la gran concentración de medios de comunicación y a los grupos económicos que los sustentan con capacidad suficiente para instalar agendas mediáticas, que pueden crear climas internos y manipular a la opinión pública.

Por estas horas hay una fuerte ofensiva de distintos sectores políticos y sindicales, ante otra intervención de Macri, donde dijo que se debía reprivatizar nuevamente Aerolíneas Argentinas, los Fondos de Pensiones recientemente rescatados por el gobierno y otras empresas recuperadas por el Estado.

En estas elecciones se puso en escena un programa de televisión, Gran Cuñado que difícilmente hubiera sido aceptado en otro país, con imitadores de los candidatos y de las autoridades como la propia presidenta y con un humor de bajo nivel, que como señalan los estudiosos de acciones sicológicas de masas actúan destructivamente banalizando la política, haciendo perder el respeto a las autoridades, empobreciendo al máximo las expresiones e imágenes del mejor juego político democrático. Las encuestas demostraron la incidencia de este programa, en la población.

Pero en especial las mayores polémicas surgieron en estas horas por el evidente forzamiento de algunas encuestadoras. Una de estas empresas colocó a De Narváez encabezando las preferencias en la provincia de Buenos Aires, y desplazando al oficialismo que llevaba varios puntos por delante.

Esto provocó también la reacción de la dirigente del Acuerdo Cívico y Social, Elisa Carrió, quien habló de una operación desmoronamiento y advirtió que las encuestas dan un resultado que no tiene nada que ver con lo que nosotros percibimos en la calle y convocó a sus militantes a no leer los diarios y a no deprimirse.

Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, también advirtió que se incrementará la campaña sobre el fraude como parte de la estrategia de los sectores concentrados de la economía, vinculados a los medios y que tienen como aliados a algunos candidatos.

Randazzo recordó que desde hace meses hay candidatos que aseguran que el gobierno ha pedido toda popularidad, para que si triunfa – como señalan hoy varias encuestas a nivel nacional- haya una sensación creada de que se recurrió al fraude. Si genero dudas, la legitimidad de cualquier candidato, por más que gane, queda lastimada, explicó.

?Considerando que ésta es una estrategia utilizada en otros países para crear conflictos, hay razones para alertar a la población sobre estas nuevas situaciones”, señala un analista.

En las elecciones del próximo 28 de junio se definirán 127 bancas de diputados y 24 de senadores, además de 288 diputados y 70 senadores provinciales.

Las alianzas confunden a muchos electores. El oficialista Frente para la Victoria ha hecho varias alianzas en la capital y las provincias; el centenario partido Unión Cívica Radical va dividido en por lo menos tres alianzas y también el peronismo, especialmente en la provincia de Buenos Aires sumado al PRO . También los socialistas están en por lo menos tres frentes y la izquierda está extremadamente fragmentada.