Se dicen defraudados por su gobierno y la UE; lucharán por el derecho a subsidios, aseguran
Lunes 22 de junio de 2009, p. 34
Gdansk, Polonia, 21 de junio. Dos décadas después de haber ayudado a derrocar al comunismo en el este de Europa, los trabajadores del astillero Solidaridad en Polonia están listos para luchar por el derecho a compartir los subsidios que han rescatado a empresas en Occidente.
Con sus puestos de trabajo en riesgo en una prolongada disputa con Bruselas por la asistencia estatal, los trabajadores del sindicato que desempeñó un papel clave en la lucha por la democracia se sienten enfadados y defraudados por su propio gobierno y la Unión Europea.
Con General Motors como el último gran beneficiario de fondos gubernamentales en el mundo desarrollado, los pedidos de la UE para que Polonia abandone la ayuda estatal que ha apuntalado una industria ineficiente caen sobre oídos sobre cada vez más enfadados.
La Unión Europea dice que debe proteger el empleo de los europeos, así que, ¿por qué quiere que cerremos y que encarguemos barcos de Asia?
, señaló Roman Galezewski, director de la sucursal Solidaridad del extenso astillero Gdansk.
Aquí hay una verdadera voluntad de lucha ahora (...) los trabajadores del astillero lucharon contra los tanques en la década de 1970 a mano limpia. No se juega con gente como ésta
, añadió.
Los trabajadores ahora ascienden a 3 mil, de los 12 mil que había en la década de 1980 durante el apogeo de Solidaridad, y representan una fracción de la mano de obra de la ciudad. Pero su fuerza simbólica es considerable.
Lech Walesa, el electricista del astillero que condujo a Solidaridad a la victoria en 1989 y que en 1990 se convirtió en el primer presidente de la Polonia post comunista, recientemente solicitó a la UE salvar el astillero Gdansk, diciendo que era parte del patrimonio europeo. Nuestra gente está furiosa con Bruselas por subsidiar algunas industrias mientras a nosotros nos prohíbe la ayuda
, precisó Galezewski.
Hace mucho que las disputas pisan los talones a los astilleros de Polonia. La ayuda estatal que dio lugar a las investigaciones de la UE fue resultado de prácticas laborales ineficientes en los astilleros, que no han obtenido ganancias en un solo barco desde que Polonia ingresó a la UE en el 2004.
La firma ISD Polska, una unidad del grupo ucraniano Donbass, compró la mayoría de las acciones del astillero Gdansk en 2007, y lo salvó de la bancarrota.
Pero ahora está a la espera de una resolución de la Comisión Europea sobre si los más de 700 millones de zlotys (222 millones de dólares) pagados al astillero en concepto de ayuda fueron ilegales y deben ser reembolsados. Solidaridad dice que la ayuda solo ascendió a 30 millones de zlotys.
La comisión ha ordenado a los astilleros estatales de las ciudades cercanas de Gdynia y Szczecin a que liquiden miles de millones de euros de ayuda. Estos astilleros ahora están en proceso de ser vendidos a otro inversor: United International Trust.
Funcionarios polacos han sugerido que United International Trust representa a un comprador del Golfo, pero ni Trust ni ISD estuvieron disponibles para formular comentarios sobre sus planes con los astilleros polacos. Políticamente, la oportunidad es extraña.
La otrora pujante economía polaca se desacelera rápidamente y los polacos también están muy al tanto de que los gobiernos de Europa occidental han estado gastando miles de millones de euros del dinero de los contribuyentes para mantener a los bancos y automotrices mientras la Comisión quedó al margen.
Varsovia ha ofrecido pagos extraordinarios en cheques para los trabajadores de los astilleros que pierdan sus trabajos en la reestructuración de las firmas y también ofreció a algunos recapacitación.