Ángel bizantino
Olga Votsi*
No eres espíritu del Mal,
así como te yergues deslumbrante y hermoso,
en medio de lo Intemporal,
para descargar los rayos,
como serpientes, como sacudidas del corazón,
de los talones de tus pies.
Tus ojos, nidos de luz de otro mundo,
puñaladas de encanto,
de la criatura perfecta se trata,
de la belleza del Ángel,
que corta en dos nuestro aliento.
Más alto no llegó la inspiración.
Las esferas superiores del Mundo
nunca se vertieron tanto
para crear semejante espléndida belleza.
La imagen del hombre,
silencioso incendio del Bien,
floreció como un tallo
y en el viento azul de la vida
mece su gracia,
muestra los inmateriales ojos,
desde las profundidades caóticas de la muda pasión,
y los fija en nosotros,
congelados por el resplandor secreto. |
* Olga Votsi (1922-1998), seudónimo literario de Olga Boúki-Plati, nació en El Pireo. Estudió Filología en la Universidad de Atenas y siguió cursos de Filología alemana e Historia del arte en la Universidad de Bonn. Trabajó como maestra en escuelas públicas y privadas en Atenas, en El Pireo y Lefkosia, Chipre. Escribió diez libros de poesía y uno de ensayos, y colaboró con varias revistas literarias como Nueva Hestía, Responsabilidad y Chipre Espiritual. Hizo traducciones de Kafka, George Trakl, Dickinson, Celan, Keyes, Rilke, Mann y otros. Ha sido traducida al francés, italiano y polaco. En 1971 recibió el Segundo Premio Estatal de Poesía y fue miembro de la Asociación Nacional de Escritores Griegos. El poema que presentamos está tomado del tomo Olga Votsi, Poemas I-II, Atenas, Ediciones Ton Filon, 1989-1991.
Versión de Francisco Torres Córdova |