Soldados mexicanos torturan con golpes y descargas eléctricas a sospechosos de narcotráfico en interrogatorios ilegales dentro de cuarteles militares, en medio de los operativos antidrogas del gobierno, denunció este miércoles un alto funcionario de derechos humanos.

Los señalamientos por supuestos abusos de militares han ido en aumento este año, especialmente en Chihuahua, de la mano de una mayor presencia militar en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos y la urbe mexicana más violenta por choques sangrientos entre los cárteles de la droga.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recibió en los primeros tres meses del año 172 denuncias por detenciones arbitrarias de parte de militares, frente a las 311 de 2008, indicó a Reuters Mauricio Ibarra, un visitador del organismo.

En los operativos antidrogas, la comisión ha documentado casos de soldados que detienen a sospechosos y en lugar de llevarlos ante el Ministerio Público los trasladan a cuarteles militares para interrogarlos y los torturan durante varias horas, según Ibarra.

Les dan choques eléctricos en diferentes partes del cuerpo (...), en testículos, en brazos, en piernas, en glúteos (...); unos se han quejado de que los han golpeado en las plantas de los pies con bates (de beisbol), contó.

La tortura es un método utilizado a menudo por la policía mexicana para arrancar una confesión u obtener información, según diversos organismos de derechos humanos.

La CNDH investiga en particular los asesinatos de dos hombres este mes en Ciudad Juárez, adonde el presidente Felipe Calderón envió en marzo a 7 mil 500 militares para controlar la violencia desatada por los narcos.

De acuerdo con denuncias de testigos, los asesinatos fueron cometidos por efectivos del Ejército.

En este caso no participaron soldados ni agentes federales. Nosotros estamos abiertos y dispuestos para colaborar en la investigación, indicó el portavoz del operativo antidrogas del Ejército en Ciudad Juárez, Enrique Torres.

Torres admitió que en el escenario actual, en el que se trata de controlar una situación extrema, se pueden cometer algunos abusos.

Es una situación extraordinaria; estamos contra todo, se está trabajando contra todo, no se está exento de que se cometan abusos, pero no se trata de encubrir a nadie, afirmó.

Organismos de derechos humanos, e incluso Naciones Unidas, han advertido al Presidente que el uso del Ejército en labores policiales da pie a que se produzcan abusos, porque no tienen un entrenamiento adecuado para esas tareas.

Ibarra comentó que en lo que va del año han verificado cuatro casos de interrogatorios y torturas contra sospechosos de narcotráfico, frente a 12 el año pasado y seis en 2007.

El funcionario afirmó que algunas veces médicos militares que verifican la salud de los arrestados emiten un certificado diciendo que se encuentran en buen estado, cuando en realidad muestran indicios de haber sido torturados.

Estamos observando con preocupación que hay una tendencia creciente (de casos), agregó.