Jueves 16 de abril de 2009, p. 16
El gobierno de Estados Unidos decomisará los bienes de los cárteles de Sinaloa, Los Zetas y La Familia michoacana que se encuentren en la jurisdicción de ese país, luego que el presidente Barack Obama presentó ayer un reporte al Congreso en el que indica que estos grupos son importantes traficantes extranjeros de drogas ilícitas.
Con ello los tres cárteles quedan sujetos a las sanciones previstas en la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, entre las que se encuentran la acción contra cualquier estadunidense que haga negocio con esas agrupaciones, y la negativa a que puedan acceder al sistema financiero de ese país.
De igual manera, el Departamento de Estado, en coordinación con el Departamento del Tesoro, puede negar visas tanto a los designados como a los miembros de su familia inmediata que se hayan beneficiado de su actividad ilegal.
La medida fue anunciada en la víspera del viaje de Obama a México este jueves, y fue calificada por el vocero presidencial estadunidense, Robert Gibbs, como una acción que pone de relieve el apoyo de su país al valiente ataque
del presidente mexicano Felipe Calderón contra el crimen organizado.
Contra las bases financieras
Explicó que el anuncio va dirigido sobre todo a atacar las bases financieras de estas agrupaciones, que se cree generan miles de millones de dólares anualmente. También señaló que a partir de ahora el Departamento del Tesoro podrá bloquear o embargar cualquier bien, cuenta de banco o inversión que pertenezca a esos cárteles o de quienes actúen en su nombre.
La ley obliga al presidente de Estados Unidos a designar organizaciones o narcotraficantes cada primero de junio. Pero en esta ocasión se adelantó la decisión por una cuestión de urgencia, enfatizó el portavoz.
La embajada estadunidense en México explicó por su lado que se aceleró la medida, con el propósito de contar con una herramienta adicional que apoye la campaña del gobierno mexicano contra las organizaciones de traficantes.
Manifestó que desde que se nombró a los primeros traficantes extranjeros importantes de narcóticos, en cumplimiento de la Ley de Cabecillas, el primero de junio de 2000, un total de 78 personas han sido sujetas de sanción bajo esta legislación. De ellas 37 son mexicanos, y de ellos nueve pertenecen a alguna de las organizaciones de narcotraficantes mencionadas.