La Secretaría de Salud rechazó terminantemente la legalización de la mariguana, tanto para su uso médico como recreativo, por las repercusiones que este producto tiene para la salud.

Señaló que aún se carece de evidencias científicas que sustenten los beneficios de la cannabis para fines terapéuticos, y que su uso recreativo es perjudicial para la salud y genera acciones delictivas.

El secretario técnico del Consejo Nacional contra la Adicciones (Conadic), Carlos José Rodríguez Ajenjo, señaló en conferencia de prensa que la mariguana no ha sido reconocida como medicamento, y por tanto debe ser más analizado su uso médico como analgésico, antiemético, para estimular el apetito en enfermos de cáncer o VIH, para disminuir la presión del globo ocular en casos de glaucoma o para esclerosis múltiple.

El uso de la cannabis para estos fines aún no ha sido investigado clínicamente de manera suficiente y las evidencias médicas que existen no son consistentes. La relación riesgo-beneficio de la sustancia no ha sido suficientemente establecida, de la misma forma que no se ha establecido una dosis-respuesta y, comparativamente, no se ha demostrado que su efecto buscado sea igual o superior al de preparados medicinales alopáticos que buscan los mismos efectos.

Rodríguez Ajenjo aseguró que en lo que respecta al uso recreativo, la mariguana causa daños a la salud mental y en el funcionamiento integral neurosíquico de quien la usa. De manera especial, añadió, tiene efectos negativos en la memoria, la voluntad, la velocidad de reacción y el pensamiento, especialmente en menores de edad, debido a la inmadurez de su sistema nervioso.