Justifican ejecuciones en mandatos del Señor
, según datos oficiales
El Chango y El Chayo difunden interpretación personal de relatos bíblicos
Viernes 27 de marzo de 2009, p. 8
El cártel de La Familia está integrado por líderes que dirigen grupos religiosos con gran número de feligreses, entre quienes han empezado a construir una base social justificando sus ejecuciones en mandatos del Señor
, revelan informes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal y de la Procuraduría General de la República (PGR) que sirvieron para elaborar la lista de los delincuentes más buscados, por los que se ofrecen hasta 30 millones de pesos de recompensa a quien proporcione datos que lleven a su captura.
Esta organización tiene una estructura más pequeña y definida empresarialmente, se le considera de mando horizontal, dicen los informes. Nazario Moreno, El Chayo; Servando Gómez Martínez, El Profe; José de Jesús Méndez Vargas, El Chango, y Dionicio Loya Plancarte, El Tío, controlan todas las operaciones y los grupos de sicarios.
Según los informes consultados, el inicio de este cártel tiene como antecedente el de Los Valencia, hoy desaparecido y que se dedicaba sobre todo a la producción y tráfico de metanfetaminas hacia Estados Unidos.
Los cuatro líderes de La Familia pertenecían al mismo tiempo al grupo de Los Valencia y a una organización religiosa que sostenía como principio elemental ayudar a la comunidad y no vender droga en el estado de Michoacán, para proteger a sus coterráneos.
Según los reportes oficiales, La Familia se basa en principios religiosos y ha construido una base social de ayuda a los hogares de las comunidades más necesitadas, promoviendo entre su grey valores sociales como la cooperación entre ciudadanos, la unión familiar y la recuperación del tejido social mediante el bienestar moral, laboral y económico
.
Pero, al mismo tiempo, estos principios “son utilizados para que esta base social, por mandamiento del Señor, acabe con los enemigos, aquellos que afectan a la sociedad y, en su caso, los sicarios, principalmente del grupo de Los Zetas, por ser elementos identificados como promotores de la corrupción social y del alma. Son, por ende, los peores enemigos de La Familia”.
Bajo estas premisas –refieren los documentos consultados–, el cártel ha penetrado y compite con otras organizaciones en plazas como Michoacán, Tabasco, Guanajuato, estado de México, Jalisco, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Colima, Hidalgo y Zacatecas.
En ese contexto, los informes señalan que Nazario Moreno y José de Jesús Méndez, al mismo tiempo que dirigen La Familia, también son líderes religiosos en Michoacán y otras partes del país.
Asimismo, datos de la PGR refieren que “para poder financiarse con otros ingresos adicionales al narcotráfico, la banda ha constituido en Michoacán una estructura para el control de la producción y venta de piratería y contrabando, por ello los discos de música, películas, software para computadoras y juegos de video que se distribuyen en la entidad tienen un sello distintivo; en caso de que los integrantes del cártel encuentren en algún puesto uno diferente, los vendedores son castigados”.
Asimismo, la dependencia que dirige Eduardo Medina Mora también tiene informes de inteligencia en los que se menciona que La Familia “dedica mucho tiempo al adoctrinamiento de su fieles, que se basa en la interpretación personal de relatos bíblicos por El Chango Méndez y El Chayo Moreno, logrando así extender su organización al tener como fachada el principio fundamental de que la familia es la base de la sociedad y todo lo que haga daño hay que desaparecerlo.
Uno de sus conceptos es que si tu mano izquierda te hace daño, hay que cortarla, y si tu mano derecha hace daño, tambien hay que cortarla
. Muestra de ello son los libros que las autoridades han decomisado y cuyos autores son los líderes de La Familia, entre ellos uno de poemas que Nazario Moreno firmó como El Más Loco, otro de los alias con que las autoridades lo identifican.