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Carlos Pascual es cubano-estadunidense egresado de Harvard

Experto en estados fallidos, el próximo embajador de EU

Cuando el caos prevalece el narcotráfico florece, escribió en 2004

 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de marzo de 2009, p. 7

Nacido en Cuba y emigrado a Estados Unidos a la edad de tres años, Carlos Pascual, quien se perfila como embajador del gobierno de Barack Obama en México, es especialista en Estados fallidos, ha abogado por cambiar el tejido social de las naciones, a fin de crear estados democráticos y orientados hacia el mercado y, según su propia biografía, ayudó a desmantelar la Unión Soviética.

Pascual fue embajador estadunidense en Ucrania y encabeza hasta ahora la Oficina para la Coordinación de Reconstrucción y Estabilización del Departamento de Estado estadunidense, refiere el portal de Internet Source Watch.

De 48 años de edad, Pascual es vicepresidente de la Institución Brookings, organismo público sin fines de lucro que reúne a expertos en las áreas de economía nacional e internacional, gobierno y política exterior, y presidente de esta última sección.

En abril de 2005, tras la creación de la Oficina para la Coordinación de Reconstrucción y Estabilización del Departamento de Estado, la periodista y activista Naomi Klein escribió sobre Pascual: “Acorde con un gobierno que se dedica perpetuamente a la deconstrucción preventiva, ahora tenemos una oficina permanente para la reconstrucción preventiva. Lejos están los días en que esperábamos a que las guerras estallaran y luego detallábamos un plan ad hoc para ir a recoger lo que quedara.

“En estrecha cooperación con el Consejo Nacional de Inteligencia, la oficina encabezada por Pascual mantiene una lista de ‘países de alto riesgo’ y prepara equipos de respuesta rápida que están listos para ejecutar cualquier plan preguerra y ‘movilizarse y desplegarse velozmente’, cuando el conflicto termine. Dichos equipos están a cargo de compañías privadas, organizaciones no gubernamentales y miembros de think tanks (grupos de asesores).”

Klein agregó que los planes de Pascual dentro de ésta aún hoy poco conocida dependencia eran cambiar el tejido social de las naciones, según declaraciones del mismo funcionario. No se trata de reconstruir cualquier viejo Estado, sino de crear estados democráticos y orientados hacia el mercado, opina Klein, también articulista de La Jornada.

En la revista Foreing Affairs de julio-agosto de 2004, Pascual, junto con Stephen Krasner, publicó un artículo sobre los estados fallidos, en el que afirmó: “En un mundo interrelacionado los Estados débiles y fallidos representan un riesgo para Estados Unidos y la seguridad global. Además, representan uno de los retos más importantes para la política exterior en la era contemporánea. Cuando el caos prevalece, el terrorismo, el narcotráfico, la proliferación de armas y otras formas de crimen organizado florecen.

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El virtual embajadorFoto Ap

Dejados en la calamidad, sujetos a la depredación, y negado el acceso a los servicios básicos, la gente llega a ser suceptible a exhortaciones de demagogos y traficantes de odio. Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, estaba en esas circunstancias en 2001; éste se convirtió en la base para el ataque más mortífero contra Estados Unidos, ilustrando trágica y gráficamente que los problemas de otros países no solamente los afectan a ellos, señaló Pascual al justificar la invasión lanzada por el gobierno de George W. Bush a la nación asiática en represalia por el refugio brindado a Osama Bin Laden, responsable de los ataques del 11 de septiembre.

La página de la Institución Brookings, a la que Pascual ingresó sin dejar su empleo en la Coordinación de Reconstrucción y Estabilización, lo presenta como uno de los más logrados diplomáticos de carrera de su generación, quien durante más de dos décadas ha sido un innovador que ha señalado algunos de los más importantes retos que afrontan Estados Unidos y la comunidad internacional. Su carrera incluye trabajo en África, América Latina, Europa y el ex bloque comunista. Ha tenido tanto experiencia de campo como en altos niveles de las ramas ejecutivas en la labor de impulsar reformas políticas y económicas en países en desarrollo y en transición, en el combate al terrorismo, la proliferación de armas y lidiando con fuentes de inestabilidad.

Según la biografía que publica Brookings, Pascual trabajó de 1995 a 2000 en el Comité de Seguridad Interna de la Casa Blanca y terminó siendo director en jefe de Asuntos para Rusia, Ucrania y Eurasia, donde ayudó a desmantelar la Unión Soviética y a facilitar el surgimiento de la democracia en Rusia, así como asegurar su arsenal y material nuclear. Estaba bien preparado para esta tarea, ya que fue un miembro clave del equipo estadunidense que llevó a Sudáfrica y Mozambique a sus propias transformaciones.

Pascual fue embajador en Ucrania de 2000 a 2003, donde, según el instituto, fundó iniciativas que ayudaron a construir un fuerte sector privado y trabajó con el gobierno de Ucrania en la lucha contra el terrorismo y, posteriormente, garantizando su participación en la guerra contra Irak. Pascual se graduó de las universidades de Stanford y Harvard.