Marco Antonio Molina Rodríguez, propietario de la empresa Agrícola Molina, con sede en Hermosillo, Sonora, desmintió que en el viñedo Las Mercedes los jornaleros trabajen en condiciones de semiesclavitud. La denuncia de trabajadores inconformes, dijo, se debe a que alguien en Guanajuato –a quien no identificó– prometió a los jornaleros un fondo de apoyo económico inexistente o al que no tiene acceso.

Explicó que desde su llegada al campo agrícola ubicado en Estación Pesqueira –en el municipio de San Miguel Horcasitas, ubicado al norte de Hermosillo, Sonora–, los jornaleros se inconformaron porque en Guanajuato, donde fueron reclutados por el Servicio Nacional del Empleo, les prometieron que ganarían más de 8 mil pesos en la vendimia.

Entiendo la inconformidad de ellos, pero no fue culpa nuestra. Es falso que estuvieran hacinados en Las Mercedes o que fueran esclavizados. Ellos estuvieron siempre en posición de irse. Yo les había ofrecido ponerles un camión para que regresaran a su tierra, pero ellos querían ir a Mexicali (Baja California), a seguir trabajando en campos agrícolas, comentó.

Indicó que en su propiedad se pagan alrededor de 165 pesos diarios a los jornaleros, pero a los que venían de Guanajuato alguien les prometió que ganarían entre 250 y 300 pesos diarios.

Reconoció que las denuncias podrían poner sobre la mesa algunos errores o detalles que deben corregirse en los viñedos, así como irregularidades en el sistema de reclutamiento de los trabajadores, pero eso, dijo, es muy diferente a asegurar que en el campo se maltratara a los trabajadores agrícolas o que se le prive de la libertad.

Hemos estado sujetos a revisiones en los últimos días. Por ejemplo, este miércoles a las cinco de la tarde llegaron inspectores federales del trabajo y terminaron su investigación hasta cerca de las dos de la mañana, y aunque no tengo el acta levantada tras la visita, mi jefe de personal me dice que únicamente hubo observaciones menores, como falta de señalización en tambos de gas en la cocina y en los comedores, comentó.

Aseguró que sus viñedos son de los mejores de Sonora, ya que cuentan con estancia infantil, escuela, campos deportivos, comedores, cocina y literas para los jornaleros.

La Jornada le solicitó conocer las condiciones en que se encuentran los trabajadores de Las Mercedes, pero el empresario respondió que no era posibe esta semana, ya que actualmente atiende a personal de las comisiones Nacional de los Derechos Humanos y a las estatales de Sonora y Guanajuato, así como a representantes de las secretarías del Trabajo de los gobiernos federal y local.

Piden destituciones en Guanajuato

La Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato (PDHG) informó que, de comprobarse las denuncias de explotación y semiesclavitud podría constituirse el delito de trata de personas. Por ello el organismo investiga el grado de intervención del gobierno de la entidad, que reclutó a los trabajadores.

El ombudsman Gustavo Rodríguez Junquera dijo que 19 ciudadanos han presentado quejas ante la PDHG porque la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable (SDES) de Guanajuato los canalizó con la empresa agropecuaria Las Mercedes, de cuyos viñedos escaparon porque, aseguraron, eran vejados, encerrados en los dormitorios, no les pagaban, los sometían a jornadas de 12 horas y les deban de comer caldo sucio de frijoles.

En el Congreso local, la legisladora priísta Yulma Rocha solicitó la comparecencia del titular de la SDES, Héctor López, porque éste no es un asunto menor. Debe haber cese de funcionarios, porque en la oficina de atención al empleo les dijeron (a los jornaleros ) que era un castigo de Dios y que deberían ver como una oportunidad el hecho de haber llegado con bien a Guanajuato.