El Partido Revolucionario Institucional (PRI) señaló que el Ejecutivo federal retrasa la construcción de la nueva refinería por indecisiones, y cuestionó la realización del debate sobre la ubicación de la misma.

Dejó entrever la posibilidad de que se trate de una simulación porque la resolución al respecto, sostuvo, debe ser eminentemente técnica.

De manera que la ruta escogida lo único que provocará serán mayores tensiones entre el gobierno federal y los de las entidades, y dejará resentidas a las autoridades y a las poblaciones de los estados no seleccionados, aseguró Francisco Rojas, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) y actual presidente de la Fundación Colosio.

Lo que deberían hacer público, apuntó, no es lo que piensan los gobernadores como si se tratara de una subasta, sino las diferencias internas del gobierno y que dan la sensación de que tenemos un Ejecutivo que no ejecuta y que es incapaz de tomar decisiones.

En conferencia de prensa, para fijar la postura del PRI al respecto, Rojas consideró que las consideraciones partidistas no deberían influir respecto a dónde debe ubicarse la refinería. Ésta es una decisión “eminentemente técnica, y es de esperarse que Pemex –junto con el Instituto Mexicano del Petróleo– ya tenga todo el expediente integrado y actualizado con todos los elementos con los que cuenta”.

Lo contrario, afirmó, sería preocupante ya que implicaría un grave retroceso en las capacidades técnicas que ha tenido el organismo. Se preguntó que hay detrás del procedimiento que pretende darle un simulado tinte democrático y de apertura a una resolución que es eminentemente técnica.

Lamentablemente, se respondió el priísta, a falta de transparencia tenemos que entrar en el terreno de las interrogantes. Recordó lo dicho por Germán Martínez, presidente nacional del PAN, quien basó la conveniencia de este procedimiento, entre otras razones, para evitar un caso como el de Atenco y el fallido proyecto del aeropuerto alterno durante el gobierno anterior.

¿Estaremos en presencia de una provocación para generar resistencias locales que se opongan a la construcción de la refinería?, cuestionó.

Cabría preguntarse si es un intento que genere la especulación y la elevación de los precios de los terrenos para imposibilitar la construcción o, en su caso, si ya tienen los terrenos ¿se están burlando de los gobernadores?

La generación de todas esas resistencias –insistió el priísta– ¿no acarrearía la cancelación del proyecto como una refinería pública y seguir insistiendo en que sea privada como pretendieron en su intentona legislativa anterior? O ¿se trata de malquistar a los gobernadores entre sí con sus gobernados?

Las decisiones técnicas no pueden tomarse como si se tratara de una apuesta o mediante al asambleísmo, remarcó. Francisco Rojas manifestó desconocer el por qué de la tardanza para tomar decisiones. Recordó que fue en julio del año pasado cuando Pemex presentó al Congreso de la Unión un proyecto de viabilidad para lo de la refinería, y en marzo estamos volviendo a hacer foros para ver dónde se va a construir.