Las primeras investigaciones sobre el asesinato del académico de origen congolés naturalizado mexicano Kande Mutsaku Kamilamba, ocurrido el pasado miércoles, cuando viajaba a bordo de un microbús, determinan que la víctima no tenía una deuda de 50 mil dólares, como se dijo en un principio, sino que fue él mismo quien entregó esa cantidad a un sujeto que se había comprometido a realizarle un trámite.

Fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) señalaron que ante el incumplimiento de lo pactado, Mutsaku Kamilamba pidió la devolución del dinero, por lo que se presume que, ante la imposibilidad de hacerlo, se fraguó el asesinato.

Por otra parte, ayer fueron velados los restos del investigador, y sus familiares exigieron que se esclarezca el caso, y advirtieron que de lo contrario dará mala imagen para México en el exterior.

André Mutambu, primo de la víctima, señaló que Mutsaku será enterrado en México y que sólo espera la llegada de otros familiares de Francia; destacó que su pariente era de una gran riqueza humana, que formó profesionalmente a mucha gente.

En tanto, el titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, lamentó el asesinato, aunque lo calificó de hecho aislado y no un acto específico contra extranjeros.