Miles de afganos oran por la paz en el santuario de Mazar-i-Sharif
Domingo 22 de marzo de 2009, p. 25
Kabul, 21 de marzo. Miles de personas se congregaron este sábado en el santuario de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán, para celebrar el año nuevo musulmán con oraciones por la paz, mientras una serie de atentados cometidos por los insurgentes talibanes provocaron al menos 11 muertos.
En medio de estrictas medidas de seguridad, aplicadas por 2 mil 500 militares, los cancilleres de Afganistán, Irán y Tadjikistán –países que se rigen por el calendario solar– encabezaron una lista de personajes presentes en Mazar-i-Sharif para asistir a la principal ceremonia del año nuevo.
Más de 100 mil afganos procedentes de todas las regiones y etnias –pashtunes, tadjicos, jázaros y uzbekos– también participaron de la celebración conocida como Nawroz, que coincide con el equinoccio de primavera.
En un mensaje leído frente al sepulcro de Hazrat Alí –cuarto califa del Islam–, el presidente afgano Hamid Karzai dijo: Deseo que 1388 sea el año de la paz, la felicidad y la prosperidad para todos los afganos
.
Los afganos creen que Hazrat Alí fue sepultado en Mazar-i-Sharif, pese a que muchos sostienen que sus restos descansan en la ciudad iraquí de Najaf.
Durante el régimen de los talibanes se trató de reprimir las celebraciones del año nuevo, pero éstas han revivido desde 2001, cuando fueron derrocados tras la invasión liderada por Estados Unidos, que los acusó de dar cobijo al líder de Al Qaeda Osama Bin Laden, autor de los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington en ese año.
Sin embargo, los festejos por el año nuevo en esta nación asiática se vieron ensombrecidos por cuatro atentados que dejaron al menos 11 muertos.
Dos de los ataques tuvieron lugar en la provincia meridional de Kandahar, feudo de los talibanes, y otros dos en el este del país.
En el más grave de todos, seis personas –cinco civiles y un policía– perdieron la vida cuando un atacante suicida se hizo explotar contra un puesto policial en la provincia de Nangahar. El atentado fue reivindicado por los talibanes y condenado por Karzai.
Por su parte, el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, dio a conocer las grandes líneas de la nueva estrategia de Washington para Afganistán, que presentará el lunes a los europeos, al recalcar que el fortalecimiento de la policía afgana constituye actualmente una prioridad.
La formación de la policía, la educación, la agricultura y la salud
son, según Holbrooke, los ejes de la acción civil e internacional que deben ser desarrollados en complemento de las operaciones militares de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad, dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Tenemos que elaborar programas que mejoren la capacidad del gobierno afgano para defenderse. Eso significa fortalecer las fuerzas armadas y la policía de Afganistán
, afirmó el funcionario estadunidense en la ciudad de Bruselas durante un debate sobre esa nación asiática.