Nezahualcóyotl, Méx., 14 de marzo. Luis Sánchez Jiménez, dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), está convencido de que los dirigentes nacionales entenderán que la lucha en el estado de México no es entre corrientes internas sino contra el cacicazgo priísta encabezado por el gobernador Enrique Peña Nieto, y por ello vislumbra la oportunidad histórica de obtener conservadoramente 25 por ciento de la votación total en la elección constitucional del próximo 5 de julio.

Su optimismo se centra en lograr la unidad en el proceso interno de selección de candidatos, porque el objetivo es la gubernatura en 2011, que pasa por los resultados del 5 de julio, cuando se renovarán las 125 presidencias municipales; los 75 asientos del Congreso local, y las 40 diputaciones federales con sede en la entidad.

También opina del respaldo que Andrés Manuel López Obrador ha dado a los partidos del Trabajo y Convergencia, y de lo que eso puede representar en votos menos al sol azteca. Por ello, espera la unidad de los dirigentes nacionales, entre ellos Jesús Ortega Martínez y el ex candidato presidencial. Eso me hace confiar en que no habrá más allá de lo que vemos en los promocionales de la televisión, dice.

Dice saber de las convicciones de López Obrador, por eso “no creo que vaya a venir a Nezahualcóyotl a hacer campaña en favor de Convergencia.

El PRD mexiquense está fortalecido; el PT tiene sus votos y comparte gran parte de su visión con la izquierda, dice, pero de Convergencia opina distinto: lo vemos con su actitud siempre comprometida con el gobierno del estado de México.

Si la política de López Obrador se mantiene con PT y Convergencia como hasta ahora, si acaso elevaran su porcentaje en un punto, eso no sería en detrimento del PRD, sólo le da ventaja al PRI, le da ventaja a Peña Nieto, advierte.

El voto duro del PRD en la entidad, dice, va de 18 a 20 por ciento y se ha mantenido pese a ocho meses de conflictos internos. Y lo que parecía imposible: existen acuerdos de consenso entre la mayoría de las corrientes, entre las que destacan Nueva Izquierda y el Grupo de Acción Política.

Llamado a la unidad

El ex presidente municipal de Nezahualcóyotl pertenece a la corriente Alternativa Democrática Nacional, que sin padrinazgo político se mueve con independencia en el ámbito nacional del partido.

Actualmente, el PRD es gobierno en municipios importantes, como Nezahualcóyotl, Ecatepec, Tultitlán, Texcoco, Chalco, Valle de Chalco, Ixtapaluca, Chicoloapan, Amecameca y La Paz. Gobierna a seis millones de los 14 millones de habitantes de la entidad.

Todos sabemos que la reserva de votos del estado de México es muy valiosa, tan valiosa como la del Distrito Federal, y lo sabe Jesús Ortega, y lo sabe Andrés Manuel, recapitula. Entonces, en este proceso electoral, la entidad tendría que convertirse en prioridad para el PRD nacional.

La lucha, aclara, no es entre perredistas; tampoco contra un partido, es contra el grupo económico y político más poderoso del país, el que representa el gobernador Enrique Peña Nieto. La disputa es contra Emilio Chuayffet Chemor y Alfonso Navarrete Prida, entre otros priístas, quienes significan lo viejo, lo rancio, lo añejo de los 70 años del PRI.

La única manera de enfrentar a ese grupo es con unidad, porque el PRD no puede competir con los recursos económicos de la administración estatal, agrega.

Asegura que en los cinco meses previos al proceso electoral el gobierno estatal repartirá 7 millones de despensas, unas 150 mil por mes, con un monto superior a los 3 mil millones de pesos. Ello, agrega, sin contar los contratos millonarios que tiene para difundir su imagen en los medios electrónicos de comunicación.