El reparto de la paquetería electoral y la falta de acuerdos sobre la representación de las corrientes en los Centros Auxiliares del Servicio Electoral (CASE) son factores de desconfianza en la elección interna del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal, en la cual se definirán los candidatos de los 40 distritos locales, 27 federales y 16 jefaturas delegacionales que participarán en los comicios del próximo 5 de julio.

Tampoco había consenso respecto de la presentación de los resultados al término de la jornada electoral, a pesar de que se planteó, por parte de la dirigencia estatal del sol azteca, establecer un programa de resultados electorales preliminares, lo cual hace prever una guerra de cifras entre los diferentes grupos políticos para dar a sus abanderados como triunfadores.

A unas horas de la jornada comicial, la Comisión Política Electoral, integrada por miembros de Izquierda Unida (IU) y Nueva Izquierda (NI), y una representación del gobierno capitalino efectuaban los últimos ajustes en logística, sin ponerse de acuerdo sobre la integración de los 21 CASE, responsables de distribuir el material electoral e iniciar el cómputo de los votos al cierre de las casillas, aun cuando se establecieron criterios que publicó en su momento la Comisión Nacional Electoral.

En éstos se plantea respetar la proporcionalidad de cada corriente en las diferentes delegacionales, con lo cual a NI le tocaría tener el control en Iztapalapa, Venustiano Carranza y Milpa Alta. Sin embargo, las negociaciones se atoraron cuando el grupo de los chuchos exigía paridad en la representación en Tláhuac, Iztacalco, Miguel Hidalgo y Benito Juárez. Ante ello, los candidatos de IU en Iztapalapa reclamaron la falta de equidad en esta demarcación, basándose en los resultados de los últimos dos comicios, los cuales les fueron desfavorables a NI.

Encabezados por Clara Brugada, aspirante a candidata a jefa delegacional, los precandidatos de esta demarcación convocaron con carácter de urgente a la Comisión Política Electoral a exigir una solución y a elevar de tres a ocho la cifra de CASE para garantizar la distribución oportuna de los paquetes electorales en los centros de votación.

Además de la falta de acuerdos en temas como la transmisión de los avances de los cómputos de los CASE a la delegación estatal electoral, la señal de mayor alerta es la irrupción de grupos porriles en Gustavo A. Madero, que tienen la encomienda de reventar los comicios, ante la imposibilidad de que gane el precandidato oficial a la jefatura delegacional, Víctor Hugo Lobo.

En ese contexto, se supo que el viernes en la noche el diputado local Isaías Villa y el ex delegado en Gustavo A. Madero Francisco Chiguil acordaron unir fuerzas, con el fin de garantizar que sus respectivas cónyuges ganen hoy las candidaturas a diputadas locales.

Trascendió que el ex jefe delegacional retiró su apoyo a los precandidatos de la corriente que encabeza René Bejarano.

En Cuauhtémoc se denunció que personal de Desarrollo Social y Participación Ciudadana, entre ellos visitadores sociales del programa Justicia Social, líderes vecinales y empleados de base y de confianza, serán los responsables de efectuar la estrategia orquestada por las autoridades de la delegación Cuauhtémoc para acarrear a los vecinos, con el propósito de que sufraguen en favor de los precandidatos de la planilla tres.

Anoche, provenientes de los estados de Guanajuato y Tlaxcala, más de 400 personas fueron alojadas en el Hotel Plaza San Juan, ubicado en Oriente 295, colonia Pantitlán. Bajaron de tres camiones: uno, amarillo, con placas 060RK5 del estado de Guanajuato, tenía un letrero que decía: Comité Ejecutivo Nacional del PRD y la leyenda Así, sí gana la gente. Los otros dos, azul con blanco, tenían matrículas federales 628RJ1 y 124RJ1.

Al cuestionarles a qué venían, respondieron que trabajan para diputados locales de dichas entidades y sólo les dijeron que tenían que venir al Distrito Federal a participar en la elección de hoy.

Por otra parte, la contraloría capitalina informó que desde ayer se realiza un operativo especial de vigilancia para evitar que la entrega de agua mediante pipas, principalmente en las delegaciones Cuauhtémoc e Iztapalapa, sea condicionada.

Las proyecciones

Hace tres años Nueva Izquierda llegó a la Asamblea Legislativa con 21 diputados y los que ahora integran Izquierda Unida sumaron 15, tomando en cuenta los dos lugares que cedieron al Partido del Trabajo y Convergencia; sin embargo, con base en los resultados de la elección de dirigentes del año pasado, esa configuración podría invertirse hoy.

Por corrientes, IDN podría obtener 14 distritos, el equipo de Marcelo Ebrard dos, Unidad y Renovación (Unyr) dos, Izquierda Social (IS) dos, y Foro Nuevo Sol uno. La pelea se centrará en Iztapalapa, donde IU podría ganar terreno en cuatro de las ocho diputaciones (distritos 19, 26, 29 y 32), así como dos, cuatro, seis y siete de Gustavo A. Madero, 15 y 16 de Iztacalco.

En cuanto a las delegaciones, Iztapalapa, Venustiano Carranza y Milpa Alta se encuentran bajo el control de Nueva Izquierda, que aspira a extender sus dominios a Iztacalco, Tláhuac y Gustavo A. Madero.

Izquierda Unida, a su vez, vaticina el triunfo en Milpa Alta e Iztapalapa. Esta última es bastión de los chuchos, donde pretende repetir los resultados de la elección para renovar la dirigencia en 2008, con lo que su abanderada, Clara Brugada, derrotaría a Silvia Oliva, de Nueva Izquierda.

De todos los espacios en disputa, el único precandidato apoyado por ambas corrientes es Bernardo Bátiz, quien se postuló a la jefatura delegacional en Benito Juárez. En otros hubo acuerdos parciales, como en Magdalena Contreras, donde NI e IDN se unieron para apoyar a Leticia Quezada para el mismo cargo, o en Tlalpan y Gustavo A. Madero, donde los chuchos se aliaron con los disidentes de IU, Hipólito Bravo y Andrés Lozano, respectivamente.

En Coyoacán, Nueva Izquierda se alió con IU para la jefatura delegacional con Raúl Flores al frente; sin embargo, en el distrito 31, ubicado en la misma demarcación, la disputa se dará entre un abanderado de IDN, Carlos Ortiz, y un disidente de la misma corriente, María Isabel Ortiz, apoyada también por NI.

Según estimaciones de la dirigencia estatal, se espera que al menos medio millón de capitalinos acudan a las urnas, cifra que se obtuvo de la elección de 2006, cuando compitieron Marcelo Ebrard y Jesús Ortega por la candidatura a jefe de gobierno, mientras en los comicios anteriores, entre Alejandra Barrales y Jesús Zambrano, por la dirigencia estatal, fueron poco más de 200 mil.