Son dos películas honestas y en español
, hechas en México, dicen
Miércoles 11 de marzo de 2009, p. a10
Los Ángeles, 10 de marzo. Gael García Bernal y Diego Luna promueven en Estados Unidos dos películas honestas y en español
hechas en México, una oportunidad impensable hace unos ocho años, cuando eran los parias
, dijeron en Los Ángeles.
Era rarísimo; era como un privilegio venir aquí y poder hablar de lo que uno estaba haciendo
, comentó Gael García Bernal al lado de Diego Luna, productores de Sin nombre, visión original del drama de los migrantes, que cautivó en el Festival de Sundance 2009.
Aparte de impulsar Sin nombre, los actores que internacionalizaron sus carreras con Y tu mamá también (2001) están en Los Ángeles también para promover Rudo y Cursi, cinta escrita y dirigida por Carlos Cuarón y producida por Alfonso Cuarón (hermano del cineasta), Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro.
Las dos son películas en español; son historias de mucha honestidad. Las dos son cintas en las que participamos desde el principio, porque también Carlos (Cuarón) se sentó con nosotros cuando todavía no estaba
, apuntó Luna en referencia a Rudo y Cursi.
Las dos cintas en español, que se estrenarán en las próximas semanas en salas estadunidenses, tienen a este par de actores como su principal atractivo en el mundo anglosajón, donde se han dado a conocer desde 2001, gracias a Diarios de motocicleta y Amores perros.
Un trabajo de Canana
Sin nombre está dirigida por Cary Joji Fukunaga y fue uno de los primeros proyectos que recibió Canana, productora de Luna y García Bernal.
Aunque no estaba en sus planes abundar en más películas sobre el tema de los migrantes, llegó esta historia planteada de forma universal a partir de un tren que viaja hacia el norte, desde la frontera de México con Centroamérica.
Se trata de una cinta que muestra un problema de la humanidad entera. El drama ocurre en el tren, donde surgen desde la extrema bondad, el cariño, el sacrificio, la generosidad, hasta lo más jodido, lo más fuerte y cruel
, apuntó Bernal.
Luna agregó: “Sin nombre es la oportunidad de hablar de un tema que no se toca, que tratamos de ignorar o simplificar al decir que es un fenómeno que sucede sólo en la frontera de Estados Unidos y México. ¡Es un fenómeno mundial!, es mucha la gente que nace sin oportunidades”.
Aunque los dos actores participan en proyectos cinematográficos en cualquier parte del mundo, defienden a capa y espada la libertad creativa y la personalidad
del cine de México y el resto de América Latina, diametralmente opuesto al que factura Hollywood.
Para Luna, que aún está en cartelera por su participación junto a Sean Penn en Milk, todos somos voces de una industria que vive de la necesidad de contar historias, no de la necesidad de pagar impuestos y sustentar una industria, y ya con eso no se puede comparar
el cine que se hace en América Latina con el estadunidense.
Orgulloso de las nuevas voces cinematográficas de la región, García Bernal destacó como casos excepcionales el del mexicano Carlos Reygadas y el de la argentina Lucrecia Martel.