Dar es Salaam, 10 de marzo. La economía mundial probablemente se contraerá bajo cero este año, en lo que ahora muchos se refieren como la Gran Recesión, dijo el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien añadió que millones de africanos se verán arrastrados hacia la pobreza, la hambruna y los conflictos debido a la crisis financiera mundial.

El responsable del Fondo prevé que una cumbre de líderes del Grupo de los 20 países industrializados y en vías en desarrollo (G-20), que tendrá lugar en abril, acuerde duplicar los recursos del FMI para ayudar a las naciones afectadas por la crisis financiera global.

Con respecto a las expectativas del organismo para la expansión, Strauss-Kahn sostuvo que el FMI anticipa que el crecimiento global se desacelere debajo del cero (por ciento) este año, el peor desempeño que la mayoría podamos recordar en nuestras vidas.

El funcionario hizo estas declaraciones ante líderes políticos y financieros en la capital de Tanzania. El continuo desapalancamiento de las instituciones mundiales financieras, combinado con el colapso de la confianza de los consumidores y los negocios, está deprimiendo la demanda doméstica en todo el mundo, añadió Strauss-Kahn.

El comercio mundial está cayendo a un ritmo alarmante y los precios de las materias primas se han desplomado, señaló.

Mientras los países avanzados se centran en los problemas de sus propias economías, Strauss-Kahn pidió a la comunidad internacional que no se olvide de África, donde se anticipa que el crecimiento regional se modere bruscamente al 3 por ciento este año, la mitad del rimo de los últimos cinco años.

Strauss-Kahn advirtió que la proyección del 3 por ciento podría ser demasiado optimista. Incluso a pesar de que la crisis ha sido lenta en llegar a África, todos sabemos que está viniendo y su impacto será severo, sostuvo. Debemos asegurar que se oigan las voces de los pobres. Debemos asegurar que África no quede afuera, agregó.

Señaló que la crisis amenaza con anular los éxitos económicos y sociales que tuvo Africa en la última década, y que millones de personas volverían a la pobreza.

No se trata sólo de proteger el crecimiento económico y los ingresos familiares, también se trata de contener la amenaza de la inestabilidad civil, quizá incluso la guerra. Es por la gente y su futuro, advirtió Strauss-Kahn.

Sobre el tema del financiamiento del Fondo, Strauss-Kahn mencionó: confío que en la cumbre final de abril (del G20) se logre la duplicación de los recursos del FMI.

Nuestro encuentro tiene lugar en un momento crítico en la historia de África. La crisis financiera mundial, que puede prácticamente calificarse de gran recesión, ensombrece esta conferencia, dijo Strauss-Kahn en la capital de Tanzania, en una reunión para discutir cómo aliviar el impacto de la crisis en África.

Aun si la crisis ha demorado en alcanzar las costas de África, todos sabemos que ha llegado y que su impacto será severo, pronosticó Strauss-Kahn, citando el derrumbe los intercambios comerciales, la reducción del envío de remesas y la caída de las inversiones extranjeras y de la ayuda.

El ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, describió por su lado la actual amenaza como el equivalente económico de un tsunami. Los bancos africanos invirtieron poco dinero en los denominados activos tóxicos que desataron la crisis y el continente no fue casi impactado por la primera etapa de la desaceleración mundial el año pasado.

Primera línea de fuego

Pero África está ahora en la primera línea de fuego, expresó Annan que participa en la conferencia como integrante del Africa Progress Panel, organización basada en Ginebra.El FMI ha advertido sobre el peligro que corren los logros obtenidos por el continente en la última década. La mitad de los países de África tiene ahora una inflación de un solo dígito y déficits fiscales de menos de 5 por ciento.

Annan hizo una serie de propuestas destinadas a solucionar los problemas de África.

Reclamó un gran aumento de los préstamos concesionales, más esfuerzos de los países ricos para reducir el costo de las remesas y un mayor compromiso para mejorar la seguridad.

Annan insistió asimismo en que los donantes deben cumplir con sus promesas de ayuda a los países en desarrollo en la reunión del G-8, que se celebrará en Italia en julio.

En Bruselas, en tanto, los ministros de Finanzas de la Unión Europea respaldaron un pedido del Fondo Monetario Internacional para duplicar sus fondos a 500 mil millones de dólares, en un documento que será debatido en un encuentro ministerial del G-20 el fin de semana, según un diplomático de UE.

En Roma, Danny Leipziger, vicepresidente del Banco Mundial mencionó que aún hay más espacio para aplicar paquetes de estímulo que sirvan para acortar la recesión global, y los países del Grupo de los 20 (G-20) ahora deberían mostrar liderazgo para asegurar una mejora económica este año, dijo un alto funcionario del Banco Mundial.

Este es el momento en el que el G-20 debe mostrar liderazgo para tratar de restaurar la confianza en los mercados financieros e indicar que van a coordinar y ofrecer suficiente estímulo para que la recesión, esperemos, empiece a revertirse al final de 2009, dijo en una entrevista.