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En su cuarta exposición en la Casa Lamm, Marisa Lara y Arturo Guerrero presentan el desenlace del trabajo procesual que han desarrollado durante los últimos dos años, a partir de la muestra titulada Nos-Otros (2004). En esa ocasión, fundidos en su alter ego artístico, los siameses Maritzin y Arturotl incursionaron por primera vez en la creación de pinturas al alimón realizadas por "El Animal Global", grupo de artistas de diversas nacionalidades inventados por ellos para propiciar un viaje sin fronteras a través de nuestro hogar común, el Planeta Tierra, planteando una reflexión en torno al tema de la identidad globalizada. Si bien el eje central de su producción artística a lo largo de más de dos décadas ha sido fundamentalmente la expresión pictórica, esta pareja de artistas sui generis también ha incursionado en medios alternativos que incluyen el performance, la instalación y las intervenciones. Su principal preocupación gira en torno al cuestionamiento ético acerca de tópicos relativos a la otredad, la identidad, la alteridad y la diversidad. Su propuesta actual entreteje un diálogo de ida y vuelta que recorre los posibles caminos que unen y separan las nociones azarosas de la abstracción y la concreción, a fin de situar estos dos polos antagónicos en una dialéctica que genere dudas, interrogantes y sorpresas. Los siameses abstraen sus ideas, tribulaciones y cuestionamientos ontológicos y los concretizan en lienzos que trasminan una pléyade de significaciones semánticas. Abstraen también su propia personalidad, y, como en el caso de "El Animal Global", comparten un cuerpo y el vasto territorio de sus mentes y se desdoblan en doce personalidades diversas que son metáfora de su férrea voluntad de no caer en la repetición y en la inmovilidad. La treintena de pinturas que integran esta muestra, realizadas por los integrantes del nuevo grupo "Siameses Company", pueden ser consideradas "abstractas" sólo formalmente, ya que, en esencia, la propuesta conceptual rebasa la concreción de sus ideas en las telas. Los títulos de las piezas –La densidad del tiempo, Escalera de protones, La relatividad, entre otros- hablan, a decir de Guerrero, de "la relación del ser humano en el cosmos por medio de la ciencia y la filosofía para replantear la pregunta de quiénes somos con respecto del género humano". Así, constelaciones, neutrones y protones estallan en estas pinturas pletóricas de texturas y luces multicromáticas que evocan atmósferas lunares y solares de inmensa calidad poética. Movimiento, cambio y exploración constituyen la materia prima de su actual trabajo plástico y conceptual, nimbado de frescura y originalidad. Los siameses plantean en la obra reunida en Concreto-Abstracto la posibilidad de provocar y sacudir al espectador en el afán de despertar su curiosidad y azuzar sus emociones, propiedades esenciales del arte que han perdido vigencia en estos tiempos ensombrecidos por las prisas desmesuradas, los arrebatos de la tecnología y la tibieza espiritual. Pinturas evocadoras que destellan belleza plástica e invitan a la reflexión. Los luchadores por el arte pelean por mantener viva la capacidad de asombro, desafían –a través de la provocación y la transgresión- la insensibilidad de la sociedad contemporánea y la apatía del hombre moderno que se conforma con construirse una falsa felicidad sustentada en la acumulación de los bienes de consumo. En su pugilato artístico, Marisa Lara y Arturo Guerrero pugnan por la resistencia a la frivolidad en el medio artístico donde los valores estéticos y filosóficos se desvanecen frente a los excesos de la comercialización y la banalidad de los trabajos que generan aplausos en concursos y bienales donde cuenta más el maquillaje que la esencia. Concreto-Abstracto es una propuesta que propicia el goce estético, nos arranca una sonrisa a través de su fino humor y promueve la posibilidad de ensimismamiento. |