México D.F. Martes 23 de noviembre de 2004
Deploran ascenso de los generales Oropeza Garnica
y Rivas García
Señora directora: El 21 de noviembre La
Jornada publicó una nota en la que se informa que la Secretaría
de la Defensa Nacional ascendió al grado máximo de general
de división a los generales Juan Alfredo Oropeza Garnica y Fermín
Rivas García.
Al enterarnos de ese acto ominoso queremos hacer pública
nuestra protesta ante el presidente Vicente Fox, comandante supremo de
las fuerzas armadas y responsable directo de aprobar los ascensos en las
filas del Ejército.
Por una parte, el discurso del gobierno federal plantea
castigar los crímenes del pasado y crea una fiscalía especial
para investigar a los responsables de la guerra sucia, pero por
otro premia a dos generales señalados por encabezar la guerra de
contrainsurgencia contra las comunidades indígenas de nuestro país
y de manera particular en Guerrero y Chiapas.
Queremos recordar a la opinión pública,
como sobrevivientes de la masacre de El Charco, perpetrada el 7 de junio
de 1998, que el general Oropeza Garnica, entonces comandante de la 27 Zona
Militar en Guerrero, fue quien dirigió personalmente el operativo
militar en El Charco. Las tropas bajo su mando son las responsables del
asesinato de 11 personas, algunas ejecutadas cuando se encontraban heridas
o totalmente sometidas, dejando heridas a otras cinco y un total de 22
detenidos. Ahí mismo el general Oropeza se encargó de los
interrogatorios de los detenidos.
Desde el 7 de junio y durante varios días, ya en
las instalaciones de la novena Región Militar de Acapulco, adonde
fuimos trasladados, el mismo general Oropeza, junto con el general Luis
Humberto López Portillo Leal, entonces comandante de esa Región
Militar, dirigieron los interrogatorios y la tortura de la que fuimos objeto
los 22 detenidos.
El día 10 de junio, en esas mismas instalaciones,
el general Oropeza Garnica ordenó que a nosotros dos se nos vistiera
con uniformes y armas de la guerrilla para fotografiarnos con el material
supuestamente decomisado en El Charco; sin embargo, ante la llegada de
los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Oropeza
retiró la orden.
Cabe recordar que con las declaraciones arrancadas bajo
tortura por el Ejército fuimos procesados y sentenciados a más
de ocho años de prisión, hasta que en 2002 un tribunal colegiado
nos absolvió y decretó nuestra libertad.
Finalmente, a más de seis años de ocurrida
la masacre de El Charco, los responsables directos no sólo disfrutan
de impunidad y protección, sino que ahora reciben premios y grados
de reconocimiento del Presidente, lo que constituye un agravio para las
víctimas y las comunidades que padecen la militarización.
Ericka Zamora Pardo y Efrén Cortés Chávez
Cuestiona la actitud de Fox en torno al presupuesto
Señora directora: Agradezco la oportunidad
a este reconocido medio de poder expresar mi postura en relación
con el controvertido Presupuesto 2005, recién aprobado por la Legislatura
en funciones; en particular, de la posición que asume el presidente
Vicente Fox.
Es evidentemente contradictorio que el Presidente, desde
el inicio de su administración, ha insistido en el "cambio" basado
en una incipiente democracia en nuestro país; sin embargo, ahora,
cuando los legisladores toman una decisión de acuerdo con las atribuciones
que les confiere nuestra Carta Magna -independientemente de que sea una
buena o mala decisión- es cuando el Presidente asume una posición
autoritaria al disponer -claro está, de acuerdo con la ley, de forma
por demás autoritaria- de los medios electrónicos en el horario
de mayor rating para dar a conocer, por no decir que para justificar
su ofuscación y frustración política ante una decisión
tomada dentro del más legítimo de los derechos de la Legislatura.
¿Qué pasa con nuestra democracia, señor Presidente?
Raúl Ochoa M.
Percibe problema de comunicación del Conacyt
Señora directora: Después de leer
la nota "'Patraña', la denuncia de científicos: Conacyt",
de Carolina Gómez Mena, recordé una carta de protesta que
leí hace algunas semanas, generada en la Universidad de San Luis
Potosí, contra el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt). Con estos actos de protesta me queda claro que hay problemas
en Conacyt, o con éste. Esos problemas pueden ir desde que sean
verdad las acusaciones de la comunidad científica hasta que sea
un problema de comunicación; aunque, claro, después de conocer
la respuesta a ambas situaciones, veo que Conacyt no está muy interesado
en mejorar la comunicación con los científicos mexicanos.
Pero existe un problema, y creo que se debería llamar a cuentas
a los responsables, y poner orden. Una posibilidad es que el Poder Ejecutivo
o nuestros legisladores pidan a Conacyt, no que aclare, sino que restablezca
la concordia con la comunidad científica, pues su función
es apoyarla y no atacarla y descalificarla. Lo que entiendo de estas situaciones
no es que Conacyt haga fraudes, sino que los científicos se quejan
de que esta institución está llevando a cabo políticas
que no son de apoyo a la ciencia y la tecnología. Los mismos miembros
de la Academia Mexicana de Ciencias indican que Conacyt está dirigido
por gente ajena a la ciencia. Independientemente de todo, lo que más
me dolió al leer la nota citada fue el tono de desprecio hacia quienes
deberían ser sus protegidos. Es una pena que los dirigentes de nuestro
país, cuando alguien les presenta un problema, lo despidan con insultos
y digan que todo está de maravilla.
Ernesto Belmont, investigado
Cátedra sobre derechos humanos
El Centro Universitario Cultural y el Centro de Derechos
Humanos Fray Francisco de Vitoria, OP, AC, invitan a la próxima
sesión de la cátedra de derechos humanos Fray Francisco de
Vitoria, OP, con el tema Violencia familiar en México, el miércoles
24 de noviembre, a las 11:30 y 17 horas, en la sala 22 del Centro Universitario
Cultural. Odontología 35, Copilco Universidad. Teléfono:
5659-6797, extensión 227, Correo electrónico: [email protected].
Entrada libre. Se dará constancia de asistencia
a quienes asistan a los dos paneles.
El
Correo Ilustrado
|