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México D.F. Sábado 13 de noviembre de 2004

También la Policía de Investigaciones pide "perdón"

En Chile se perpetró una barbarie sin justificación, señala hija de Pinochet

ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL

Santiago, 12 de noviembre. La hija mayor de Augusto Pinochet, Lucía Pinochet Hiriart, se declaró hoy "realmente afectada" ante una "barbarie que no tiene justificación", al referirse las torturas cometidas por la dictadura militar de su padre contra los opositores políticos.

En reacción al informe sobre las torturas que aplicaron los militares, entregado esta semana al presidente Ricardo Lagos por una comisión especial, la Policía de Investigaciones también reaccionó este día al pedir "perdón" al país por las violaciones a los derechos humanos. Así, se sumó a la responsabilidad asumida por esos hechos por el ejército en días pasados.

Sin embargo, tanto la Marina de Guerra, como la Fuerza Aérea y la policía de Carabineros se niegan a reconocer sus culpas institucionales, tras conocerse el informe de la Comisión de Prisión Política y Tortura, cuyos testimonios de unas 35 mil víctimas han conmovido a Chile.

"Yo sabía que había detenidos, que había apremios, incluso durante el mismo gobierno de mi papá lo dije, pero lo que he oído en estos días no... realmente me siento afectada, se llegó a una barbarie que no tiene justificación", declaró a la televisión local la hija del ex dictador en referencia al informe.

Con todo, negó que las violaciones a los derechos humanos en aquella época hubieran sido parte de una política de Estado durante el régimen de su padre, y lo atribuyó a "excesos" de índole individual. Sostuvo que "si realmente hubiera sido una cosa institucional, estarían mucho más detenidos por este tipo de problemas".

El director de la Policía de Investigaciones, Arturo Herrera, aseveró que como todas las reparticiones públicas su institución no fue ajena y "debió acatar las condiciones impuestas hace 31 años", por lo que "no fuimos ajenos a actos que causaron daño, dolor y sufrimiento extremos a muchas personas, contradiciendo la ética y la deontología policial".

Por lo anterior, consideró "necesario asumir dichas verdades de la historia social de nuestro país y, consecuentemente, solicito el perdón de todos los compatriotas".

El jefe de la Fuerza Aérea, general Osvaldo Sarabia, sólo admitió responsabilidades de tipo individual, pero no como institución.

En cambio el comandante en jefe de la Marina, almirante Miguel Angel Carvajal, se abstuvo de aceptar cualquier responsabilidad del pasado y afirmó que ninguno de los 25 mil hombres bajo su mando ha violado derechos humanos. "Pongo mis manos al fuego", aseveró.

En tanto, el presidente Ricardo Lagos advirtió que las fuerzas armadas no son deliberantes, al referirse al rechazo de la Marina y la Fuerza Aérea en torno a su reacción con los asuntos relacionados con el informe que recibió sobre violaciones a los derechos humanos durante el pinochetismo.

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