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México D.F. Jueves 5 de agosto de 2004
"Siempre acabamos hablando de migración,
porque tenemos una experiencia propia"
Un día sin mexicanos tiene una intención
social y política: Arau
No es propaganda anti Bush, pero esperamos que influya;
ahora el voto latino sí importa, expresa La cinta, con buena respuesta
del público de EU, se estrenará mañana en México
JUAN JOSE OLIVARES
Un día sin mexicanos, primer largometraje
del también músico y pintor Sergio Arau, que ha tenido buena
respuesta del público de Estados Unidos y que el 6 de agosto estará
en salas de México con 300 copias, además de ser "una caricatura
política" es una película "con una intención social
y política. Sí hay un compromiso", comentó el realizador,
egresado del Centro Universitarios de Estudios Cinematográficos.
Agregó:
"Somos artistas, pero el contenido de las cosas que hacemos tiene un sentido
claro. No somos antropólogos ni economistas. Nos enteramos y tenemos
relación con gente que sí está metida en eso, pero
siempre acabamos hablando de migración, porque tenemos nuestra propia
experiencia como inmigrantes. Suena mamón, pero somos artistas que
sólo trabajamos con la percepción y con los sentimientos".
La película, que saldrá en noviembre en
dvd (y que fue producida por Eckehardt Von Damm Montes e Isaac Artenstein
de Televisa Cine, Fidecine, Plural, Altavista y Cinépolis), protagonizada
y escrita por Yareli Arizmendi, no es propaganda "anti Bush", pero "esperemos
que influya. No promovemos la cinta como una campaña, pero de alguna
forma, ahora el voto latino sí importa. No creo que cambie el destino.
Tiene que haber una serie de cosas que se junten. Si todos vamos y le pegamos
una patadita ayudaremos a un cambio", expresó Arau, quien ganó
un premio en el Festival de Cine de La Habana por su cortometraje animado
El Muro.
Arau dijo que el tema viene de una experiencia personal,
"luego te das cuenta de que es algo que compartes con todo el mundo. Yo
la viví. No crucé por el desierto, lo hice con visa de turista,
pero fue un proceso difícil; llevaba dos años allá
y no hablaba inglés. A mis 41 años, cuando llegué
(a Estados Unidos) por primera vez fui minoría, sentí la
discriminación a todo color. A nadie le interesaba lo mío.
Me volví invisible y para colmo Pete Wilson se sacó la ley
187 y sí estaba deprimido".
El cineasta reconoció que no hubo auto censura,
pero sí falta de recursos. "Tienes que tomar decisiones dramáticas,
por ejemplo, no metimos más casos de profesionales, no hablamos
de empresarios que llegan allá y la hacen. No hablamos de las pandillas,
porque de esas cosas se encargan de exhibir diario las cadenas televisivas
como CNN, ABC. No es que digamos que los mexicanos en nada somos buenos,
pero fue una decisión de autores. No hay censura".
Arau, ex integrante del grupo de rock Botellita de Jérez,
no quiere ser "controversial, pero hablemos de lo que no se habla. No somos
militantes, pero sí hay un preocupación.
"Si les decimos que los mexicanos viven en estado de apartheid,
los gringos ni se acercarán al cine. No sé como me
verán en Hollywood, pero creo que por el contenido político
es que no me han llamado. Los que sí se me han acercado son muchas
compañías independientes, que es lo que me interesa".
A su vez, Yareli Arizmendi (conocida por su papel de Rosaura
en Como agua para chocolate), licenciada en Ciencias Políticas,
quien ya hizo teatro campesino y trabajó con el taller de arte fronterizo
opinó que la cinta "es como un caballo de Troya. Es una estrategia,
como los militares planean como le hacen, igual nosotros. Pensamos cómo
le llegaríamos al público sin crear una reacción de
entrada. Fue un trabajo escogido para llegarle a más gente que de
otra manera no vería la cinta. Se está volviendo parte del
discurso. Es para ver las cosas desde otra perspectiva. La cinta no ha
recibido premios, pero la hermandad mexicana nos reconoce por la labor
de unión".
Arau aseveró: "Estamos, por lo menos, en el intento
de crear otra forma de decir las cosas; que si es un documental o una película
con contenido político no necesariamente tiene que tener esos formatos.
Los detalles cómicos son para recordar a la audiencia que es una
película, no estás tomando la realidad".
Por eso, aseguró "no creo que nos vaya mal. Es
como si ves un partido de futbol entre México y Estados Unidos,
aunque no te guste ese deporte, le vas a México. La cinta tiene
algo así. Sabemos que hay cierta admiración por lo gringo,
pero también que hay algunos resentimientos hacia ellos que compartimos
todos. El corto (del mismo nombre), génesis del largometraje, me
lo compró la policía local para un curso de sensibilización.
Más de 110 universidades tienen el corto en su videoteca. Ahora
en Nueva York nos habló alguien de Lincoln Center que dijo que el
presidente Vicente Fox quería ver la película".
El director adelantó que tiene otros proyectos:
una historia de luchadores de la frontera llamada El Trueno y el Jaguar,
que trabaja desde antes de realizar Un día sin mexicanos;
otra de un súper héroe, pero el más próximo
a concluir es un documental sobre el grupo Botellita de Jérez, "es
algo personal, recopila material de la banda".
En Un día sin mexicanos -dedicada a la memoria
del actor Eduardo Palomo, en su última intervención en cine-
participan los actores Caroline Aarón, Melinda R. Allen, Fernando
Arau, Maureen Flannigan John Getz y Dr. Raúl Hinojosa. Alan Caudillo
es el director de fotografía; Carlos Brown, de diseño de
vestuario; Matias Lanzi, de Sonido; Juan J. Colomer, el compositor, y Daniel
Fort, el editor.
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