México D.F. Jueves 5 de agosto de 2004
Vicisitudes de una casa
En la Casa de Alvarado murió Octavio Paz en abril de 1998. Unos meses antes, se instituyó la desaparecida fundación con el nombre del poeta a iniciativa del presidente Ernesto Zedillo y un grupo de empresarios.
Los problemas comenzaron desde la puesta en marcha de la fundación, pues la viuda del Nobel mexicano, Marie José Paz, manifestó su desacuerdo con los estatutos, ya que, aseguró, no cumplieron a cabalidad los deseos del ensayista y escritor. En diciembre de 2000, los abogados de la señora hicieron llegar una carta a la fundación para demandar el pago de derechos de la poesía que se publicaba en su ahora inexistente página.
Al finalizar el gobierno zedillista, quien también fungía como presidente de esa instancia, se incrementaron los problemas que, finalmente, llevarían a la desintegración de la misma y la creación de la Fundación para las Letras Mexicanas, el año pasado.
Los objetivos de la fundación Paz eran la organización de conferencias, talleres y seminarios, la entrega de becas para estudios de literatura mexicana e hispanoamericana, la preservación de la biblioteca y el archivo personal del escritor, así como la creación del premio Octavio Paz, que este año no fue convocado.
Al comenzar su mandato, Vicente Fox declinó ocupar la presidencia de la fundación y en marzo de 2001 el escritor Guillermo Sheridan renunció como director de la institución y unos meses después se hizo cargo de la Casa de México en Francia.
En mayo de 2003 ocurrió la ruptura entre el patronato de esa fundación y la viuda del poeta luego de que los patronos anunciaron la Fundación para las Letras Mexicanas, AC.
Días después Marie José Paz fijó su postura ante la desaparición de la Fundación Octavio Paz, cuyos patronos decidieron devolver la Casa de Alvarado al gobierno y declinaron hacerse responsables de los recursos financieros para el premio que lleva el nombre del ensayista y que se venía entregando desde 1998 (La Jornada, 16/05/2003).
Así, la asociación Amigos de Octavio Paz, fundada en 1991, fue la que otorgó el premio a José Emilio Pacheco en junio de 2003. Durante la entrega del galardón, Marie José Paz anunció la reinstauración de la Fundación Octavio Paz.
"Tenemos la voluntad indeclinable de respetar y hacer respetar los principios éticos y literarios que normaron la vida y la obra de Octavio Paz (...) Quisiera pedirles que me ayudaran a reconstruir un sueño que en diciembre de 1997 Octavio Paz creyó posible: la fundación Paz, un sueño de libertad". ERICKA MONTAÑO GARFIAS
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