México D.F. Jueves 5 de agosto de 2004
Otorgó autorización a su esposa para operar una unidad de vida salvaje sustentable
Juez y parte, funcionario de Semarnat
El mismo firmó de recibido el documento; en el predio indicado sólo hay una casa habitación
ANGELICA ENCISO L.
Como director general de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), Felipe Ramírez Ruiz de Velasco autorizó en 1997 a su esposa, Margarita Ramos Prado, la operación de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre Sustentable (Uma) para venado cola blanca y faisán, entre otras especies. En el lugar para el que se dio el permiso de operación de la unidad se encuentra una casa del funcionario.
El predio Corcovarotitla, ubicado en Santo Tomás Ajusco, en el camino viejo al Maninal, delegación Tlalpan, fue autorizado, en "refrendo" por Ramírez, el 23 de julio de 1997 para "el manejo y la posesión de ejemplares de las especies de fauna silvestre nacional y exótica" estipuladas en un anexo.
El oficio D00.750.-06316/97 lo dirigió Ramírez a su esposa, pero él mismo firmó el documento como recibido. Ahí el funcionario otorgó la autorización, con "vigencia indefinida", para que el sitio funcionara como criadero de fauna silvestre nacional y exótica con el registro DGVS-Cr.IN-0220-D.F/97, "propiedad de la C. Margarita Ramos Prado".
En el documento anexo se mencionan ejemplares de especies de fauna silvestre nacional utilizados como pie de cría de los que la propietaria "no acreditó su legal adquisición y procedencia, quedando bajo su custodia como propiedad de la nación". Se trataba de dos parejas de venado cola blanca yucatanense; una hembra de otra subespecie de venado, y tres parejas de pato carolina.
Además, se da cuenta de ejemplares de especies de fauna silvestre exótica, también utilizados como pie de cría, de los que sí acreditó su legal adquisición y procedencia. Se trataba de dos parejas de faisán de collar, dos de faisán dorado, dos de faisán plateado y seis de pavo real.
En una visita que activistas de Greenpeace hicieron al predio, corroboraron que en el sitio registrado como Uma lo que hay es una casa, propiedad de Ramírez -que recién fue designado nuevamente director general de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente- o de su esposa, y no se observó infraestructura de criadero de especies: sólo había algunos guajolotes.
Se desconoce si en algún momento el sitio operó como Uma, ya que el anexo del oficio daba la autorización para el manejo de pies de cría de especies que como propiedad de la nación no podían ser comercializadas y aun debían permanecer en ese sitio.
Irregularidades en las Uma
En las Uma están integrados los ranchos cinegéticos para cacería deportiva, colecta, ecoturismo e investigación, entre otros rubros. Las funciones que tienen son las de operar como centros productores de pies de cría, de investigación, educación ambiental y capacitación. Ahí están integrados viveros, jardines botánicos, zoológicos, criaderos y ranchos cinegéticos, donde en estos últimos se practica la caza.
Entre las principales irregularidades detectadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) están la cacería furtiva y comercio ilegal de aves canoras y de ornato, mamíferos, reptiles, tortugas marinas y cactos. En los ranchos cinegéticos las irregularidades son por parte de los prestadores de servicios que ejercen la cacería furtiva de especies como venado cola blanca, venado bura y borrego cimarrón, además de otras como el pecarí, paloma ala blanca, patos y cercetas.
En un análisis de la Profepa sobre las Uma, que se establecieron formalmente en 1997, durante la gestión de Ramírez al frente de la Dirección de Vida Silvestre, menciona que las unidades "no han cumplido con los objetivos de conservación de los recursos naturales, ni tampoco han representado una alternativa productiva viable para el desarrollo sustentable en el sector rural, tal y como estaba previsto".
Actualmente hay 5 mil 756 Uma, que cubren 11 por ciento del territorio nacional, y en ellas se manejan mil 157 especies diferentes. De acuerdo con la Profepa hay serias irregularidades en Sonora, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
Los ingresos que genera este sector son elevados, ya que tan sólo en la caza durante la temporada cinegética 1998-1999 se emitieron en total 74 mil 75 permisos de captura, que representaron un ingreso superior a 14.5 millones de pesos, reporta la Semarnat. Del total de permisos expedidos, 13 mil 735 correspondieron a las Uma.
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