Presentan quejas en la CNDH contra la Secretaría de Educación Pública

Planteles de prescolar exigen la pronta entrega de constancias de validez oficial

CAROLINA GOMEZ MENA

Con la finalidad de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) agilice la entrega de las constancias de validez oficial a los planteles de nivel prescolar -ello en virtud de lo mandatado por las reformas realizadas al artículo 3 constitucional, que establece la obligatoriedad de tres años de prescolar a partir del ciclo escolar que comienza este mes-, la Asociación Mexicana de Asesores en Educación Prescolar (Amasep) presentó diversas denuncias ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pues la SEP, "al no responder con prontitud las peticiones, está lesionando los derechos de los particulares que se dedican a prestar este servicio".

En entrevista, Alejandro Bustos Olivares, presidente de la Amasep, explicó que en el caso del Distrito Federal, de los mil 800 planteles privados de educación prescolar existentes, sólo "alrededor de 20 por ciento de las peticiones han sido resueltas, y poco más de la mitad fueron negadas bajo criterios arbitrarios y sin sustento en la Ley General de Educación".

Luego de presentar las quejas ante la CNDH, Bustos Olivares detalló que la actitud de la SEP provocará que las escuelas públicas de prescolar se "saturen", ya que las privadas, al no contar con validación, no podrán operar, y con esto los padres se verán obligados a inscribir a sus hijos en los centros de gobierno, con lo cual también se "violenta el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos".

La denuncia fue recibida por el organismo defensor de los derechos humanos, el cual emitirá una recomendación a la SEP, refirió Bustos al especificar que un estudio realizado en 2001 en la capital arrojó que de 198 mil 576 niños que cursaban tercer grado de prescolar, "65 por ciento eran atendidos por escuelas públicas y 35 por ciento por las particulares", pero en zonas como Iztapalapa la relación es "50 a 50".

De no resolverse el problema, la "saturación en las escuelas públicas en nada contribuirá a lograr el ideal de la reforma en la materia, que es contribuir a la calidad de la educación. Y es que si la cantidad de alumnos se duplica, poco o nada podrán los maestros dedicarse a los procesos de enseñanza, pues con menores de esa edad para lo único que tendrán tiempo es para intentar mantener el orden".