México D.F. Jueves 5 de agosto de 2004
Células dormidas de Al Qaeda, pretexto interventor
Advierten contra la injerencia de EU en la Triple Frontera
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 4 de agosto. Sectores políticos y grupos humanitarios preparan un documento de advertencia sobre la posibilidad de que Estados Unidos atribuya la tragedia que vivió Paraguay a un atentado terrorista, y que esto sea pretexto para ordenar acciones militares y de espionaje en la zona de la Triple Frontera.
Estos sectores aluden en su advertencia las presiones que Washington ejerce sobre Paraguay, Argentina y Brasil para tomar el control de la Triple Frontera con la nunca comprobada versión de la existencia allí de supuestas "células dormidas" de Al Qaeda.
Desde los años 90, el gobierno de Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de-mandaron acuerdos antiterroristas, y co-menzó la campaña para convertir la Triple Frontera en otro "eje del mal".
A pesar de que Estados Unidos había tenido como socio privilegiado al dictador paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989), y toleró el contrabando y tráfico realizado por éste y sus hombres en la Triple Frontera, además de utilizar el lugar para el paso de armas destinadas a Teherán dentro del escándalo Irán-contras y otros ilícitos, repentinamente se decidió convertir esa zo-na en un supuesto nido de células de terroristas islámicos.
Aun antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, esa zona era señalada por las autoridades estadunidenses como una base de Hamas y de Hezbollah.
Más de un centenar de documentos de la Oficina Federal de Investigaciones y la CIA, a los que se unió también la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), fueron llevados ante los congresistas para lograr apoyo a sus pretensiones de instalar tropas en esa zona.
En 2003, el jefe de la DEA, Asa Hutchinson, aseguró que la Triple Frontera continuaba siendo un refugio de terroristas y que esto demostraba la facilidad con que se podían infiltrar en distintos países.
A comienzos de ese año, la revista Military Review y los servicios de inteligencia estadunidenses afirmaron que había que utilizar como "línea" de trabajo este tipo de presión sobre la Triple Frontera, para que los tres países se alinearan con la política antiterrorista de Estados Unidos.
El argumento era que existían "células dormidas" de Al Qaeda en la zona.
En el contexto de la investigación en torno al atentado contra la Asociación Mu-tual Israelita Argentina de Buenos Aires, en 1994, se ha presentado un informe elaborado sobre la base de la "hipótesis" de la CIA y los servicios de inteligencia de Israel, de que los atacantes provienen de esos supuestos grupos islámicos en la Triple Frontera.
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