Dos náufragos, rescatados por la Guardia Costera; enviados a Guantánamo y La Habana

Mueren 10 balseros cubanos en el estrecho de Florida; intentaban llegar a Estados Unidos

Uno fue atacado por un tiburón y otros se lanzaron delirantes al agua, relata sobreviviente

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 4 de agosto. Días después de haber naufragado, 10 balseros cubanos murieron en las aguas del estrecho de la Florida, uno de los cuales fue atacado por un tiburón y otros dos se lanzaron al agua en estado delirante, según el relato de un sobreviviente.

Francisco Jesús González Iglesias fue devuelto a Cuba por un guardacostas estadunidense el 21 de julio anterior. Los me-dios informativos locales difundieron este miércoles el relato del náufrago sobre el desgarrador final de su aventura.

La difusión del caso coincidió con el décimo aniversario del maleconazo, disturbio que estalló en el malecón de la capital el 5 de agosto de 1994, tras el cual el gobierno abrió las fronteras marítimas y sobrevino una estampida de emigrantes ilegales.

En el episodio, conocido como la crisis de los balseros, salieron más de 32 mil cu-banos hacia Estados Unidos en embarcaciones precarias.

Según la reseña conocida hoy, González y otros 11 emigrantes se hicieron a la mar desde Playa del Chivo, en los límites orientales de La Habana, el pasado 6 de julio, a bordo de una balsa rústica con motor.

Seis días más tarde, la embarcación se partió en dos y el motor se averió. La expedición quedó dividida por mitades: seis balseros quedaron en una parte y otros seis en la segunda.

Un grupo decidió volver a la costa en busca de ayuda, pero desapareció en el mar, relató González.

En la otra mitad de la balsa, donde iba Francisco, otros dos náufragos también de-cidieron intentar el regreso a tierra firme, en un fragmento de los restos de la embarcación. Igualmente murieron en el intento.

De los cuatro que quedaron a la deriva, dos empezaron a delirar, después de días de hambre y sed, en los que sólo pudieron be-ber su propia orina. Esos dos se lanzaron al mar, añadió González.

El 17 de julio, Francisco y el otro sobreviviente, del que no se dio el nombre, fueron rescatados por un buque de la Guardia Costera de Estados Unidos. González fue devuelto a Cuba y el segundo náufrago, en-viado a la base naval de Guantánamo.

Roberto Contreras Samper, que integraba otra expedición ilegal y también fue rescatado en alta mar y devuelto a la isla, dijo que pudo ver al menos dos muertos del gru-po de Francisco: uno atacado por un tiburón y otro flotando en el agua.

La Guardia Costera devolvió en total a 18 balseros hace dos semanas, con base en tratados migratorios bilaterales. Sin embargo, el envío de uno de los rescatados a Guantánamo es contrario a los propios acuerdos.

Ambos países se culpan mutuamente de la persistencia de intentos de emigración ilegal de cubanos.

Cuba considera que el factor principal es la Ley de Ajuste Cubano, de 1966, que garantiza residencia a cualquier emigrante de este país que pise territorio estadunidense por cualquier vía, incluso ilegal y violenta.

Estados Unidos alega que las autoridades de la isla favorecen esas salidas al negar los permisos de emigrar a cientos de personas que ya tienen visado de ingreso a ese país.