México D.F. Jueves 5 de agosto de 2004
Se atropella el contrato colectivo, afirman priístas y perredistas que votaron en contra
PRI, PAN y PVEM consumaron la anunciada reforma a la Ley del IMSS
Se permitió la intransigencia del gobierno, pero había pactos cupulares, advierte Bartlett
ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS
Con el voto de la mayoría de los senadores de PRI, PAN y PVEM, el Senado de la República aprobó esta madrugada las reformas a la Ley del Seguro Social por las que se modifica el régimen de pensiones de los trabajadores del IMSS, en lo que, a decir de legisladores priístas y perredistas que se opusieron a la modificación, se atropella el contrato colectivo de trabajo de ese gremio, se viola la ley laboral, así como la Constitución, y se constituye en el primer paso a la privatización de ese instituto.
"Es un día triste", exclamó el senador Manuel Bartlett. Se impuso, dijo, la línea tecnocrática y antisocial más dura", y "ya está embarcado el Senado, porque se prefirió imponer una ley inconstitucional que impulsar la conciliación entre el IMSS y el sindicato''. Se perdió una gran oportunidad, se permitió la intransigencia del gobierno, están acabando con la justicia social que se fijó en la primera Constitución social del mundo, la de 1917, pero "había pactos cupulares", recalcó.
Protesta desestimada
Sin importar la protesta de miles de trabajadores del IMSS, que durante todo el día de ayer y hasta la madrugada de hoy mantuvieron un plantón fuera del recinto de Xicoténcatl, y sin tomar en cuenta la flexibilización en la postura del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), ni los sólidos argumentos de Bartlett, Dulce María Sauri, Carlos Rojas y Laura Alicia Garza Galindo, y de perredistas como Jesús Ortega y Elías Moreno Brizuela, la mayoría de los legisladores del tricolor y el blanquiazul sacó la modificación legal.
La decisión, de hecho, se tomó desde las siete de la noche, cuando concluyó la reunión del grupo parlamentario del PRI y la mayoría de los priístas decidieron votar a favor de la iniciativa. De 51 legisladores del tricolor, sólo 11 manifestaron su oposición. A esa hora había entonces 40 votos de los priístas para aprobar la reforma, sumados a los 38 de los panistas y cuatro del Verde. Una mayoría absoluta. No obstante ser minoría, el grupo de priístas inconformes y los 15 senadores del PRD presentes -sólo faltó Demetrio Sodi- dejaron en claro la irresponsabilidad de legislar para limitar derechos obreros. "El Congreso está actuando contra sus representados y contra los sindicatos al avalar una reforma que de antemano se sabe que es inconstitucional", advirtió Garza Galindo, cerca ya de la medianoche, cuando el intenso debate que confrontó a los propios senadores del PRI llevaba dos horas y faltaban aún 10 oradores. La tamaulipeca resaltó el "silencio ominoso" del gobierno federal ante la propuesta alterna del sindicato, porque "es el pretexto perfecto para declarar la quiebra del IMSS".
El también priísta Carlos Rojas dejó claro que lo que "se busca es llevar al IMSS a un conflicto de orden económico'' y pidió a los legisladores ser responsables y rescatar al Seguro Social, en vez de hundirlo. Lo mismo hizo Dulce María Sauri en una larga intervención en la que, con cifras y documentos, recalcó que esa modificación en nada soluciona la problemática del instituto y sí en cambio lleva a la confrontación.
Los panistas se dedicaron a defender el proyecto, sin argumentos; incluso Fauzi Hamdan nunca pudo contestar los muchos cuestionamientos que le formularon cuando subió a tribuna a sostener que no se lesiona el contrato colectivo de los trabajadores del IMSS. ''ƑCómo que no se violenta?'', lo interpeló Raymundo Cárdenas, y lo mismo hizo luego Manuel Bartlett, pero el panista -artífice del Fobaproa- le daba vueltas al asunto y repetía en tono cantinflesco que no, ''en mi opinión no hay ninguna violación''.
Bartlett lo acorraló: ''Insisto. ƑNo cree que si el contrato colectivo del SNTSS ya no abarcará a los nuevos trabajadores del IMSS, es una violación evidente?'' El panista reviró: ''No. No es una alteración, porque no hay una alteración sustantiva de los derechos de los trabajadores", y como Bartlett no lo soltaba acabó por explotar. "Dejémoslo así. Si se cree que hay una violación al contrato colectivo, que lo decida la Suprema Corte".
Los priístas a favor de la reforma tampoco pudieron rebatir las consideraciones de sus propios compañeros. Miguel Angel Navarro Quintero insistió en que la reforma es para salvar al instituto. "Tratamos de interpretar las demandas de los más de 12 millones de trabajadores que cotizan en el IMSS. Debemos legislar para el presente y el futuro".
El propio Navarro Quintero perfiló con más claridad su tesis cuando interrumpió al perredista Jesús Ortega para preguntarle qué es más importante: si "los derechos inexistentes" de futuros trabajadores o los derechos de los 12 millones de afiliados al Seguro Social.
Ortega lo desarmó cuando le hizo notar la falacia de tal premisa e inquirió a los legisladores: ''ƑPor qué no se abrió un mayor espacio a la negociación? ƑPor qué si se rescató a unos cuantos banqueros con casi un billón de pesos, no se rescata también a la seguridad social?''
Frente a los sólidos argumentos de Dulce María Sauri, quien planteó que se está orillando a los trabajadores del IMSS a ir a la huelga por violaciones al contrato colectivo de trabajo, su compañera de bancada Martha Tamayo prácticamente les negó ese derecho, al sostener que no deben estar en el apartado A del artículo 123 constitucional y que se requiere un cambio para ubicarlos "hacia su real naturaleza jurídica". Ellos no son trabajadores, son servidores públicos, sostuvo.
La sesión comenzó dos horas y media después de lo previsto, una vez que la mayoría de los senadores pudo entrar al recinto, bajo la protección policiaca y después de la plenaria del PRI, que inició a las cinco de la tarde y concluyó a las 19 horas, después de una discusión en que se impusieron los cetemistas, los ex directores del IMSS Emilio Gamboa y Genaro Borrego.
"No pudimos convencerlos", comentó Rojas, en referencia a su esfuerzo y el de Bartlett, Sauri, Garza Galindo, David Jiménez, Abel López, Arely Madrid, entre un total de 11 que insistieron en que se diera una nueva oportunidad a la negociación. Sin embargo, Gamboa Patrón insistió en que no había posibilidad alguna de arreglo ante la cerrazón de las autoridades y el sindicato.
Netzahualcóyotl de la Vega y otros señalaron que en todo caso el SNTSS y la dirección del IMSS pueden seguir negociando luego de que se apruebe la reforma, ya que además, si se ponen de acuerdo, Vicente Fox puede no promulgar la ley.
El dictamen se aprobó con una sola modificación al párrafo 10 de la exposición de motivos, donde se establecía que el gobierno "en forma alguna" se hará cargo del pago de las pensiones de los trabajadores del IMSS. Se eliminó ese párrafo, pero no tiene mayor trascendencia, porque se aprobaron las modificaciones a los artículos 277D y 286 K de la Ley del Seguro Social, encaminadas a prohibir que el instituto destine las cuotas obrero-patronales y la contribuciones del gobierno a financiar el régimen de jubilaciones y pensiones.
En adelante, los trabajadores de nuevo ingreso tendrán que financiar sus fondos de pensiones sólo con sus aportaciones; el IMSS queda exento de esa responsabilidad, pero será el encargado de administrar esos fondos.
El Congreso actuó "como esquirol", señaló el perredista César Raúl Ojeda Zubieta, mientras que Manuel Bartlett, uno de los últimos oradores, advirtió que los priístas votaron en conciencia y quienes lo hicieron en contra es porque la reforma no va a resolver el problema del IMSS y sí en cambio va a crear otros grandes problemas. Rompe uno de los elementos fundamentales del derecho social, también con los principios esenciales de la conciliación y negociación, viola derechos constitucionales y acaba con la solidaridad, pero "había mucha prisa por sacarla", recalcó Bartlett, y soltó: ''No nos corresponde a nosotros sacar una modificación de este tipo'', pero otra vez ''hay acuerdos cupulares que a veces uno no entiende".
Al final el priísta Jorge Abel López propuso modificaciones a los artículos cuarto y quinto transitorios a fin de que en la sustitución de plazas el consejo técnico dé prioridad a los trabajadores suplentes, además de que el instituto invierta los recursos de las cuotas obrero-patronales que ya no se canalizarán al sistema de pensiones y jubilaciones, sino a la compra de equipo e infraestructura. Este intento por modificar la iniciativa no pasó, porque habría significado el regreso de la minuta a la Cámara de Diputados.
A las dos de la mañana la reforma se aprobó con 82 votos en favor, 23 en contra y dos abstenciones. Fuera del recinto los trabajadores del IMSS, que seguían en plantón luego de 18 horas, gritaron ''šhuelga, huelga!'', y cuando vieron salir a los senadores exclamaron: ''šQué poca madre!, ni un voto al PAN ni al PRI''.
Al final, el líder del SNTSS, Roberto Vega Galina, señaló: ''Este es el inicio dde una lucha en la que vamos con todo, aunque seremos cuidadosos de la legalidad y en caso de huelga se preservarán los servicios de urgencia y de cuidados especializados''.
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