México D.F. Martes 3 de agosto de 2004
Boicots africanos, capitalistas y socialistas
en los juegos de 1976, 1980 y 1984
La rumana Nadia Comaneci obtiene la calificación
perfecta en gimnasia
México obtiene 2 medallas en Montreal, 4 en Moscú
y 6 en los Angeles
XXI. Montreal 1976
Canadá se preparó muy bien para la realización
de sus Juegos Olímpicos y construyó un excelente estadio
y una amplia y cómoda villa olímpica.
Una vez más, la política entró a
jugar un papel protagónico en los juegos. Sudáfrica, país
excluido del Comité Olímpico Internacional, por la práctica
de segregación racial (apartheid), fue la piedra angular
del escándalo.
La controversia se originó por el partido de rugby
que se llevó a cabo entre Nueva Zelanda (país que iba a participar
en los olímpicos) y la nación africana antes de las justas.
Las delegaciones de este continente exigieron la exclusión de Nueva
Zelanda de los juegos; sin embargo, el COI se mantuvo en su decisión
de permitir la participación de los oceánicos en el evento.
Veinticuatro países de Africa, que ya se encontraban
congregados en la villa olímpica, retiraron sus delegaciones de
los juegos y con ellos atletas de primera línea, como Fildert Bayi,
récord mundial de los mil 500 metros, no pudieron competir.
La llama olímpica fue conducida en relevos desde
Olimpia hasta el estadio de Panatinaico, en Atenas, y de allí, el
15 de julio, por medio de rayos láser y vía satélite,
fue enviada Ottawa. El último relevo fue hecho por la pareja integrada
por Sandra Henderson, natural de Toronto, y Stephan Prefontaine, de Montreal,
en representación de dos culturas y dos lenguas que unen Canadá.
Esta unión en la pista del estadio traería su fruto años
después con el matrimonio de Sandra y Stephan.
La
figura de este certamen fue Nadia Comaneci, niña de 14 años
de origen rumano, que logró un impresionante registro en gimnasia,
siendo además la primera deportista en la historia de esa modalidad
en obtener en una de sus presentaciones la calificación perfecta
de 10 puntos.
Asimismo, brilló el cubano Teófilo Stevenson,
quien logró colgarse la medalla de oro en boxeo en la categoría
de pesos pesados. Otro cubano, Alberto Juantorena, apodado El caballo,
triunfó en los 400 y 800 metros.
La nota más triste corrió a cargo del esgrimista
soviético Boris Omischenko, quien fue descalificado por fraude,
al colocar sobre su cuerpo un mecanismo que le permitía registrar
puntos inexistentes en el tablero.
Los juegos de Montreal serán recordados en nuestro
país por la espléndida exhibición de poderío
del andarín regiomontano Daniel Bautista, quien venció a
la tercia de alemanes del Este en la prueba de 20 kilómetros, para
apoderarse de la medalla dorada. También estuvo en el podio el boxeador
peso pluma Juan Paredes.
XXII. Moscú 1980
La autorización del COI, para que la capital soviética
realizara los juegos, se acompañó de una serie de protestas
dentro y fuera del país. Agravada la situación por la invasión
de la URSS a Afganistán, Estados Unidos boicoteó los juegos,
apoyado por el Consejo de Ministros europeos.
A pesar de la no participación en los juegos de
Estados Unidos, Canadá, la entonces Alemania Federal, Japón,
China y Kenia, el certamen se llevó a cabo dentro de una organización
de la más alta calidad competitiva. Otros países, como fue
el caso de Inglaterra, enviaron a sus deportistas, pero sin llevar su bandera
nacional.
Como prueba de calidad organizativa y competitiva puede
citarse el hecho de que se lograron batir 33 récords mundiales.
En natación, el soviético Vladimir Salnikov consiguió
tres medallas de oro, superando la marca vigente para los mil 500 metros,
siendo el primer ser humano en superar la barrera de los 15 minutos.
Algunas protestas, sin embargo, empañaron el evento,
pues varios competidores alegaron que la parcialidad de los jueces fue
favorecedora a los rusos. Los corredores Steve Ovett y Sebastian Coe, ambos
ingleses, se trenzaron en una disputa deportiva en los 800 y mil 500 metros,
que pasó a la historia como una de las rivalidades más famosas
del atletismo.
Por lo que respecta a México, se logró una
muy aceptable participación con la obtención de cuatro medallas.
Carlos Girón, en una discutida final del trampolín
en la que estuvo involucrada el soviético Alexander Portnov, se
colocó en el segundo sitio; Joaquín Pérez de las Heras
obtuvo la tercera plaza en la prueba de salto individual, y formó
parte del equipo que también accedió al podio en el tercer
sitio, con Alberto Valdés Lacarra -hijo del medallista del mismo
nombre en Londres 1948-, Gerardo Tazzer y Jesús Gómez Portugal.
Una tercera medalla de bronce la ganó el equipo
en la prueba de Tres Días: David Barcena -que así culminó
sus quintos Juegos-, Fabián Vázquez, Manuel Mendívil
Yocupicio y José Luis Pérez Soto.
XXIII. Los Angeles 1984
Los vigesimoterceros Juegos Olímpicos pasarán
a la historia por ser la primera en las que, económicamente, no
se requirió de ayuda oficial, ya que la totalidad de los costos
fue asumida por empresas privadas. La consecuencia directa: también
por primera vez las finanzas de la justa orbital generaron superávit.
La réplica del boicot estadunidense en los juegos
pasados no se hizo esperar, cuando la Unión Soviética desistió
asistir alegando la inseguridad americana y el pensamiento antisoviético
de Washington. Esa posición de la URSS generó una reacción
en cadena de Bulgaria, Vietnam, Corea del Norte, Etiopía, Angola,
Cuba y Laos, entre otros, que tampoco participaron en los Juegos.
El recorrido de la llama olímpica fue de 15 mil
kilómetros y requirió de 3 mil 436 relevos. El espectáculo
de la inauguración de la justa, llevado a cabo en el Memorial Stadium,
con capacidad para 100 mil espectadores, fue observado por 2 mil 500 millones
de televidentes en todo el mundo.
En lo deportivo, la estrella de los juegos fue el atleta
estadunidense Carl Lewis, quien triunfó en los 100 y 200 metros
planos, en los relevos 4x100, además de salto largo, igualando a
su compatriota Jesse Owens.
El japonés Yasuhiro Yamashita logró la medalla
de oro en judo, a pesar de una lesión en una de sus extremidades
inferiores, mientras que la rumana Maricica Puica se impuso en los 3 mil
metros, ganando a su principal oponente y favorita, la estadunidense Mary
Decker, quien tuvo una caída en la prueba.
Se disputó por vez primera la maratón femenil
y fue ganada por la estadunidense Jean Benoit. En decatlón, el británico
Daley Thompson repitió su triunfo logrado en Moscú.
Por lo que respecta a México, los atletas se vieron
favorecidos un tanto por la ausencia del bloque socialista; sin embargo,
ninguno desmereció en las pruebas, respondiendo plenamente a su
calidad deportiva.
El mayor éxito se dio en la caminata, con tres
medallas: en 20 kilómetros, Ernesto Canto y Raúl González
hicieron el 1-2, mientras que en 50 kilómetros, González
Rodríguez vio coronado su andar olímpico de cuatro participaciones,
con la medalla de oro.
También se hicieron notar el boxeador Héctor
López y el luchador Daniel Aceves, en el estilo grecorromano, al
ganar ambos la medalla de plata. Finalmente, el ciclista Manuel Youshimatz
se agenció la presea de bronce en la prueba por puntos.
Fuente: Revista Delegación Olímpica Mexicana
XXVIII Juegos Olímpicos y www.deporte.org.mx/eventos/atenas2004/
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