México D.F. Martes 3 de agosto de 2004
Revela Comisión Parlamentaria nombres ligados a la fuga de capitales del 99
Crece en Brasil el escándalo de corrupción que involucra a banqueros
Al descubierto, actividades de espionaje de la multinacional de seguridad estadunidense Kroll
STELLA CALLON CORRESPONSAL
Buenos Aires, 2 de agosto. Coincidiendo con los escándalos por las labores de espionaje de agencias estadunidenses en Brasil, la Comisión Parlamentaria de ese país continúa destapando varios casos de corrupción en las que estarían involucrados altos funcionarios de la banca pública.
En la investigación de la fuga de capitales en los días anteriores a la devaluación de 1999, calculada en unos 30 mil millones de dólares, aparecen varios nombres importantes, incluido el del presidente del banco de Brasil, Cassio Casseb, uno de los funcionarios espiados por la agencia Kroll Asociated. Casseb, ex vicepresidente financiero del Citibank, habría mantenido ocultas al fisco brasileño cuentas por valor de 600 mil dólares en el MTB Bank y en el Northern Internacional, entre otros.
La semana pasada renunció por causas similares el segundo hombre en importancia del Banco Central, Luiz Augusto Candiota. Todo esto hace un entramado muy especial en la política brasileña, en momentos en que continúan impactando los actos de espionaje estadunidense.
En su momento la revista Veja -denunciante de algunos de los hechos más resonantes- intentó minimizar la importancia del espionaje sugiriendo que los agentes brasileños "sin conocimiento de sus superiores" podrían acumular información para chantajear al gobierno o trabajar para los opositores políticos.
Las investigaciones y testimonios, como los del último jefe de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en Brasil, evidencian que los espías reunían información de inteligencia para Estados Unidos. Las denuncias de Veja llevaron al presidente Luiz Inacio Lula da Silva a convocar al jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, Jorge Armando Félix, para investigar a la red.
El entramado dejó al desnudo las actividades de la multinacional de seguridad estadunidense Kroll, que espiaba en el contexto de una pelea empresarial por el control de las telecomunicaciones brasileñas, pero detrás de esa actividad se introdujo en todas las líneas gubernamentales.
Kroll, a quien se vincula con la CIA, y que está bajo proceso de la justicia brasileña, tiene una fuerte presencia en Argentina y aunque sus directivos sostuvieron que respetan las leyes de los países donde trabajan, el espionaje a funcionarios del gobierno de Brasil tendrá consecuencias.
La agencia de seguridad llegó a Argentina a mediados de los años 90, junto a otras tres estadunidenses, integradas por ex agentes de la CIA, muchos de ellos incluso ligados a las dictaduras pasadas y a las acciones de guerra sucia en la región.
Uno de los directivos de Kroll, Frank Holder, trabajó en los 80 para el Departamento de Asuntos Latinoamericanos de la CIA y fue parte de los grupos que activaron con la Contra nicaragüense y llevaron adelante tareas de espionaje y acciones encubiertas y criminales en Centroamérica. Además, fue funcionario de la embajada estadunidense en Buenos Aires en tiempos del embajador Terence Todman.
Por su parte Jules Kroll, un hombre que fue relevante en la estructura de la CIA, había llegado con Holder y su agencia alcanzó notoriedad cuando estallaron los diversos escándalos por corrupción y lavado de dinero durante el gobierno del ex presidente Carlos Menem y cuando fue contratada por el Exxel Group para custodiar las empresas que compró al empresario Alfredo Yabrán, quien se vio envuelto en el escándalo público por el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas en enero de 1997.
Detrás de esta historia y de la muerte de Yabrán, atribuida a un extraño suicidio, quedan demasiadas incógnitas y dudas. También "los muchachos" de Kroll están involucrados en otros escándalos de aquellos tiempos.
La Comisión especial de la Cámara de Diputados que investiga el lavado de dinero en Argentina, reveló en 2001 que Frank Holder trabajaba para uno de los principales imputados, Raúl Moneta, el banquero preferido del ex presidente Carlos Menem.
Pero esto no quedó ahí. El nombre de Holder apareció vinculado nuevamente al caso -hasta hoy no esclarecido- del asesinato del oscuro empresario Mariano Perel y su esposa en la zona balnearia de Cariló, a lo que también se intentó caratular como "suicidio".
Los investigadores del caso habrían encontrado un disquete donde Perel había reunido datos impactantes sobre la historia de Holder, en una de las tantas guerras inter-agencias y entre servicios de inteligencia locales y extranjeros que se libraron en esos tiempos.
Algunos analistas locales señalan que la serie de asesinatos de testigos de los mayores casos de corrupción y hechos mafiosos ocurrió en extraña coincidencia con el arribo de estas agencias al país.
"La cara más controvertida de Kroll es tal vez su condición de proveedor de inteligencia privada, rubro que mueve en el país unos 30 millones de dólares al año". Añade que " el nombre de Kroll también apareció cuando Fernando de Santibañes asumió al frente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en 2000. Entonces se habló de la tercerización de algunos de sus servicios. Y aunque se desmintió que se planeara delegar servicios de espionaje, unos 40 agentes recibían asesoramiento de Kroll".
Esto también resurge por el tema de la seguridad, ya que algunos análisis advierten sobre la posibilidad de que estos grupos que accionaron en toda la región con poder e impunidad, pueden muy bien "hacer gritar la inseguridad" en los países donde actúan, para tratar de aumentar la venta de sus servicios. Por eso el tema del espionaje en Brasil es ahora asunto regional.
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