México D.F. Martes 3 de agosto de 2004
Bush planteará al Congreso la creación
de una dirección nacional de inteligencia
EU extrema vigilancia ante la amenaza de acciones terroristas
La alerta naranja podría durar hasta noviembre
por las advertencias de Al Qaeda en áreas específicas
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Nueva York, 2 de agosto. Otra vez, Nueva York y
Washington amanecieron hoy bajo amenaza "terrorista" -Wall Street, la sede
de Citigroup, terminales, puentes, túneles, el Banco Mundial y el
FMI tienen mayor vigilancia-, mientras el presidente George W. Bush anunció
que buscará establecer un director nacional de inteligencia para
resolver los grandes fracasos en la detección de amenazas "terroristas"
contra Estados Unidos.
Así, después de que una comisión
bipartidista concluyó que durante años las agencias de inteligencia
de Estados Unidos han fracasado en procesar, evaluar y actuar sobre información
relacionada con "terrorismo", este fin de semana el gobierno federal emitió
una alerta más con base en información de inteligencia -esta
vez más precisa y "detallada" que nunca, se aseguró- que
indica un "alto riesgo" de otro atentado "terrorista". Esto, entre otras
cosas, nutrió la "fatiga" entre la ciudadanía sobre alertas
de posibles atentados y, en un año electoral, fue visto con sospecha
por algunos.
A pesar de esto, Bush insistió hoy en que el mundo
está "mejor" que antes como resultado de su guerra contra Irak.
Con recientes encuestas registrando que una mayoría considera que
el mundo, y Estados Unidos, es ahora menos seguro que antes de la invasión
de Irak, el jefe de la Casa Blanca sostuvo que hoy, a pesar de los errores
de inteligencia y la ausencia de armas de destrucción masiva, tomaría
la misma decisión de invadir el país árabe.
"Primero, todos pensamos que encontraríamos acopio
de armas", afirmó Bush. "Aún podríamos encontrarlas.
Aún no las hemos encontrado. Cada persona que está aquí
diría: 'pues, todos pensábamos que esto iba a ser diferente',
igual que el Congreso, por cierto, miembros de los dos partidos, y Naciones
Unidas. Pero lo que sí sabemos es que Saddam Hussein tenía
la capacidad para fabricar armas. Déjenme decirles esto. Sabiendo
lo que sé hoy, habría entrado a Irak para hacer más
seguro nuestro país. (Irak) tenía la capacidad de fabricar
armas. Tenía vínculos terroristas", afirmó Bush al
responder a una pregunta después de una declaración sobre
la comisión del 11-S.
Aunque
el informe de la comisión concluyó que hubo severos fracasos
de inteligencia en torno a los atentados y también sobre Irak, y
señaló que no hay pruebas de aquellos "vínculos terroristas"
de Hussein, Bush reiteró que la guerra contra Irak fue "la decisión
correcta" y que "el mundo está mejor por ello".
Al acatar una de las principales recomendaciones de la
comisión del 11-S, Bush anunció que solicitará
que el Congreso establezca el nuevo puesto de un director nacional de inteligencia,
cuya función sería la de coordinar todas las agencias de
inteligencia -las cuales fueron calificadas de ineptas por la comisión-
y también establecer un centro nacional antiterrorista. Aunque dijo
que el director sería designado y trabajaría para el presidente,
Bush señaló que el puesto no sería de gabinete (contrario
a lo que recomendó la comisión) y que su oficina no estaría
dentro de la Casa Blanca.
Actualmente, el director de la CIA funciona también
como supervisor de las 15 agencias de inteligencia, pero bajo el nuevo
sistema, la CIA será administrada por un director separado, y el
nuevo director nacional de inteligencia estaría encargado de supervisar
las actividades, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, de todas estas
agencias, informó el New York Times.
El candidato presidencial demócrata John Kerry
criticó a Bush por tardar casi tres años después de
los atentados del 11 de septiembre para comenzar a promover cambios en
el rubro de inteligencia. A la vez, dijo que las acciones del gobierno
de Bush en el mundo están facilitando el reclutamiento de "terroristas".
Fatiga de alerta
Mientras tanto, se elevó el nivel de alerta a "alto
riesgo" (color naranja) para esta ciudad, Washington y Newark, y las autoridades
federales revelaron que cuentan con información muy creíble
y más detallada que nunca sobre la preparación de un atentado
contra objetivos financieros en esas ciudades.
Se menciona que la Bolsa de Valores y el edificio de Citicorp
en Nueva York, la aseguradora Prudential en Newark, y el complejo de los
edificios del Banco Mundial y el FMI están en la mira de Al Qaeda
y que un atentado es posible en un plazo cercano. La información
supuestamente proviene de un experto en computación ligado con Al
Qaeda arrestado en Pakistán, junto con su computadora y discos,
en donde había más de 500 imágenes de estos objetivos,
mapas, información sobre la seguridad de estas instalaciones, y
cálculos sobre qué cantidad y qué tipo de explosivos
podrían derrumbar estas estructuras.
Pero más allá de una mayor presencia de
todo tipo de unidades policiacas en el sector financiero y en las calles
del centro de Manhattan, y las pesadillas de circulación de tránsito
provocadas por más retenes de inspección de camiones y autos
en puentes y túneles y clausuras de ciertas calles, en el comportamiento
de los ciudadanos no es evidente que están bajo amenaza.
No son pocos los que expresan que es imposible saber si
las autoridades federales cuentan con información real o si esto
tiene motivaciones políticas. El ex precandidato presidencial demócrata
Howard Dean declaró el domingo: "me preocupa que cada vez que algo
ocurre que no es bueno para el presidente Bush, juega con su carta mayor:
el terrorismo. Es imposible saber cuánto de esto es real y cuánto
se trata de política, y sospecho que hay algo de los dos en esto".
"Ya han alertado tantas veces sobre el lobo, que ahora
nadie les cree. A la vez, es imposible descartar la posibilidad de otro
atentado, entonces uno ya no sabe", comentó un residente de Washington
a La Jornada.
De hecho, el propio jefe de policía de Washington,
Charles Ramsey, pareció descontar la urgencia y seriedad de la alerta.
En conferencia de prensa hoy, dijo: "deseo enfatizar el hecho de que no
contamos con ninguna información que indique que hay una amenaza
o ataque inminente contra Washington". La información de inteligencia,
dijo, es "buena", pero al parecer no estaba muy preocupado. Cuando se le
preguntó hasta cuándo se mantendrán las nuevas medidas
de seguridad y el elevado estado de alerta, respondió: "sospecho
que, mínimo, estaremos a este nivel de alerta hasta noviembre, podría
ser más". O sea, hasta las elecciones.
En Nueva York, el nivel de alerta se ha mantenido "muy
alto" (naranja) desde el 11 de septiembre de 2001, y el alcalde Michael
Bloomberg aseguró a los ciudadanos ayer que se aplicarán
todas las medidas de seguridad, pero también instó a los
neoyorquinos a continuar su vida normal y a acudir a trabajar esta mañana.
El senador Charles Schumer, de Nueva York, declaró hoy que "los
terroristas nos quieren asustar", pero advirtió que la gente debería
continuar con sus rutinas ya que si cada vez que los "terroristas" emiten
una amenaza y la gente suspende lo que hace "ellos ganarían, por
lo tanto sentimos que es casi un imperativo moral que todos sigan haciendo
su trabajo".
O sea, las cosas siguen igual, tal vez con un grado más
de ansiedad de lo normal, ya que durante las últimas 48 horas los
medios anuncian repetidamente que todos están bajo amenaza.
Esta mañana, trabajadores del complejo de Citigroup
fueron recibidos por policías con perros antibomba, y agentes de
seguridad que sometieron a los empleados a revisiones de sus pertenencias
que provocaron largas filas en las entradas de su lugar de trabajo, mientras
policías con ametralladoras vigilaban la periferia del edificio.
En Wall Street se incrementó la presencia policiaca.
Camionetas y camiones en algunos cruces de la ciudad fueron inspeccionados
y se cerró el acceso a ciertos puentes y túneles a todo vehículo
de carga. Según las autoridades, la información de inteligencia
obtenida en los interrogatorios a sospechosos recién detenidos en
Pakistán, indica que los atentados serían perpetrados con
coches bomba.
Pero mientras los políticos repiten que permitir
cualquier interrupción de las actividades normales -en particular
cerrar la Bolsa de Valores- significaría ceder ante los deseos del
"enemigo", en las calles de esta ciudad era casi imposible registrar que
existía una alerta.
El llamado síndrome de "fatiga de alerta" -por
las incontables advertencias oficiales emitidas durante los últimos
dos años- muestra sus síntomas -no reaccionar- entre los
habitantes, en el metro, en las calles o en los edificios.
Por lo pronto, el presidente y su contrincante electoral
continuarán compitiendo sobre quién es el mejor comandante
en jefe y quién podría ofrecer mayor seguridad a los estadunidenses
ya que este país, al parecer, continuará siendo, como lo
reafirmó Bush hoy "una nación en peligro".
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