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México D.F. Martes 3 de agosto de 2004
Desde San Sebastián denuncian irregularidades
en el proceso que están padeciendo
Indigna a familiares de los vascos presos que Derbez
haya concedido la extradición
Mandatarios españoles ejercen "enormes presiones"
en autoridades mexicanas, señala abogado
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Un
nutrido grupo de familiares de los seis ciudadanos vascos encarcelados
en México desde el 8 de julio del año pasado, a la espera
de ser extraditados a España con base en la petición del
juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que les imputa el
supuesto delito de "pertenencia a organización terrorista", denunciaron
la "injusticia" de la detención y el procesamiento del que están
siendo víctimas.
Padres, hermanos, primos y amigos de Félix Salustiano
García Rivera, Asier Arronategui Duralde, María Asunción
Gorrotxategui Vázquez, Juan Carlos Artola Díaz, José
María Urquijo Borde y Ernesto Alberdi Elejalde, enclaustrados en
el Reclusorio Norte del Distrito Federal por su presunta vinculación
a la organización armada vasca ETA y residentes en México
desde hace 15 años, decidieron hoy denunciar sin paliativos la situación
que viven sus allegados y la indignación que les causó la
decisión adoptada por el canciller de México, Luis Ernesto
Derbez, de conceder la extradición a pesar de las presuntas irregularidades
del proceso.
En rueda de prensa en San Sebastián, los familiares
de los presos vascos criticaron con dureza la actuación que ha tenido
en este polémico proceso judicial el propio gobierno autónomico
vasco, del nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, que calificaron
de "pasividad absoluta" a pesar de que el gobierno de Euskadi cuenta con
una representación en México. Según los familiares,
"todas las embajadas se interesan por la situación de sus nacionales,
pero, al parecer, nuestros allegados no se merecen ni siquiera una visita"
de los funcionarios vascos en México, según explicó
Arkaitz Artola, sobrino de Juan Artola.
Artola añadió que "desde que los arrestaron,
hace más de un año, no ha hecho nada" el gobierno de Ibarretxe,
cuya única actuación en el proceso judicial "fue cuando acudió
con la abogada mexicana, Bárbara Zamora, para preguntarle sobre
la credibilidad de la información publicada en La Jornada,
que dio cuenta de las mentiras de la embajadora española, Cristina
Barrios".
Los familiares de los ciudadanos vascos, muchos de ellos
integrados en la sociedad mexicana antes de su detención, explicaron
que sus allegados "tuvieron que tomar la dura decisión de abandonar
Euskal Herria [el País Vasco] hace 15 años. Pero, tras vivir
y trabajar en México durante años fueron detenidos de manera
injusta a consecuencia del conflicto político que vive nuestro país.
Por eso emplazamos a los responsables políticos a que sean valientes
y busquen vías de solución" al histórico conflicto
que sufre la región desde hace más de cuatro décadas.
Joseba Agudo, uno de los abogados de los detenidos, denunció
por su parte "las enormes presiones políticas ejercidas por mandatarios
españoles" para extraditar a los seis ciudadanos vascos, entre las
que citó "la reunión que Baltasar Garzón mantuvo con
Vicente Fox días antes de que se produjeran los arrestos, o los
recientes viajes del presidente español, José Luis Rodríguez
Zapatero, o el de los príncipes de Asturias o el del ex presidente
José María Aznar".
Agudo también denunció que "la policía
española anda a sus anchas en territorio mexicano", donde, a su
juicio, se viola de forma sistemática el tratado de extradición
firmado entre ambos países, una vez que exige en su artículo
15 que se especifique el delito imputado a la persona antes de ser extraditada.
Esta condición, según Agudo, no se cumple en el proceso contra
los seis ciudadanos vascos residentes en México desde hace 15 años.
El abogado también anunció que se presentará
un recurso de amparo contra la extradición aprobada por la cancillería,
si bien se mostró escéptico de que en lo que se resuelve
la cuestión se ordene la "excarcelación, sobre todo porque
las presiones son muy grandes".
En otro asunto, hoy fue puesto en libertad bajo fianza
Iñaki Uría, el ex consejero delegado del diario vasco Euskaldunon
Egunkaria, en prisión desde febrero del año pasado tras
la orden de cierre del rotativo por su presunta vinculación a ETA.
Uría tuvo que pagar o, más bien, hipotecar una serie de inmuebles
de familiares para cubrir la fianza fijada por el juez, de 450 mil euros
(medio millón de dólares). Con la liberación de Uría,
ya no hay en prisión ninguno de los periodistas y empresarios vascos
detenidos en la operación contra el único rotativo vasco
que se escribía íntegramente en euskera. Todos denunciaron
torturas y malos tratos durante su enclaustramiento, si bien sus querellas
fueron archivadas por los tribunales al considerar que no se probaron suficientemente
las denuncias.
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