México D.F. Jueves 24 de junio de 2004
La obra, bajo la dirección de Carlos
Pascual, se estrena hoy en el Foro Shakespeare
Marionetas del pene, un nuevo discurso de la
masculinidad
Tenemos a la ultraderecha destapada tratando de regresarnos
al siglo XVII, así como una izquierda que comercia estratégicamente
con sus compromisos más avanzados: Sabina Berman
MONSERRAT HAWAYEK ESPECIAL
I. De penes bellos y flexibles...
"Se buscan jóvenes actores de penes bellos y flexibles
para trabajar en obra con Sabina Berman e Isabelle Tardán", leyó
en un anuncio publicado en el Tiempo Libre esa mañana. Temió
que se tratara de alguna broma, de algún casting para una
despedida de soltera o, en el peor de los casos, para una puesta porno
o gay. Finalmente se animó y llamó. Una voz muy seria le
contestó y le aclaró que no hacía falta que llevara
su curriculum.
Llegó a la cita temprano y, como en el súper,
recibió la ficha número 14.
César
Barrios, uno de los cinco actores que forman parte de los dos elencos de
la puesta Marionetas del pene, sabía que tenía un
pene bello ¿pero sería flexible? La duda lo asaltó
mientras llegaba a la fila en la que más de 45 actores, y uno que
otro curioso, se miraban medio feo. "Todos parecían decir yo soy
fuerte guapo y tengo un pitote, sí te intimidaban." Cuando se dio
cuenta que casi todos los aspirantes "estaban supertronados", pensó
que se había equivocado de casting, pero no abandonó
la fila ni siquiera cuando los primeros en entrar corrieron la voz de que
la audición era desnudo. "El primero fue para ver como te desenvolvías
encuerado y para ver si tu pene era suficientemente flexible. Había
cinco cámaras y tres chavas bien guapas", comenta el actor mientras
se masajea el pene en el estudio de Maritza López, fotógrafa
pionera de desnudo en México.
"Frotarlo como si fuera el molinillo del chocolate es
indispensable para no lastimarse", comenta César antes de mostrarnos
los trucos que Simon Morley en persona -creador del espectáculo
australiano que ha dado la vuelta al mundo- le ha enseñado en las
últimas semanas.
Su pene se convierte en arte objeto, instalación,
de pronto nos olvidamos que estamos ante un cuerpo desnudo y entramos en
el juego de las marionetas. Ante nuestros ojos y la lente de la cámara
aparecen el cerebro, el corazón, el monstruo del lago Ness, la hamburguesa,
la torre Eiffel, el caracol y el ojo, parte de las más de 40 figuras,
que César y el resto del elenco aprendieron al grito entusiasta
de ¡pants off! soltado por Morley en el taller impartido para
esta obra, producida por Sabina Berman e Isabelle Tardán.
A partir del curso tomado con Simón, los actores
no sólo han acabado con el tabú de la desnudez, sino con
el misterio del pene: es un cartílago y no un músculo como
creían, debe calentarse antes de ser usado como marioneta, hay que
practicar dos horas diarias para estar en buena forma y se debe descansar
cinco minutos entre figura y figura.
II. No fotografiarás el pene de tu prójimo
ni con flash ni sin flash... segunda llamada
El rito iniciático está por comenzar...
el escenario del Foro Shakespeare se oscurece. Una atractiva anfitriona
-Silvia Carusillo- aparece para dar la bienvenida al mundo de las marionetas
del pene. Haga de su pene un papalote y vuele... no hay hilos, no hay trucos...
lo que hay, hay; lo que no, no hay... Dos samurais mexicas efectúan
el calentamiento del equipo para entregarse al origami genital. Grupos
de animales, partes del cuerpo, seres marinos, piezas de ocio y platillos
de cocina crean las secuencias. Un gran mecano. Ciclos que se van uniendo
y que descontextualizan al pene. El shock y el replanteamiento de
lo masculino y su discurso vendrá después como le ocurrió
a Carlos Pascual, director y adaptador de la puesta mexicana, cuando le
ofrecieron la obra.
"Me habló Sabina y me dijo que tenía un
proyecto que le interesaba que dirigiera. Yo daba saltos de gusto por supuesto
(...) y cuando me dijo que era esto me indigné. Le dije: yo porque
voy a estar dirigiendo penes, entonces le pregunté ¿y tú
que haces produciendo esto? ¿qué es esto? (...) Si me desilusioné
mucho, pensé que quería darme una obra suya, pero entonces
me explicó lo que era el concepto, entré a la página
web, vi la repercusión social que está teniendo en
varios países del mundo, la producción me mandó a
Estados Unidos a verla y entonces entendí todo.
"(...) Me interesó hacerlo con la condición
de tener libertad absoluta de adaptación y dirección (...)
Mis últimos trabajos han estado enfocados a la sátira política
La Marta del Zorro; es obra mía y de repente dije okey,
ya he hablado mucho sobre política ¿por qué no hacer
una obra en la que hable sobre sexualidad?
"(...) Hablamos de machismo, misoginia y es lo que me
interesó del proyecto. Uno de los retos fue ver lo que podíamos
hacer con esta obra partiendo del concepto de los australianos, qué
revolcón le podíamos dar y cómo traerlo a México,
(...) el otro ha sido no hacer un espectáculo vulgar, pornográfico
o sexual sino visualmente bello, de factura elegante, respetando la idea
de los australianos que es partir de las marionetas (...) sin perder la
comedia, lo lúdico."
III. Y las mujeres que se sientan tentadas a hacer una
instalación con su pene, pues que vayan al sicoanalista...
Topé con mi propio Serrano Limón: Sabina
-¿Le dio la envidia del pene? al ver Marionetas...
en Nueva York, por eso de que las mujeres no tenemos con qué jugar?
-No, no tenemos con qué jugar y bueno Freud decía
que eso volvía al hombre la parte hacedora de la humanidad, yo espero
que esté muy equivocado y que las feministas tengan razón
y sea un asunto sociológico, pero seguiremos con la duda hasta que
haya verdadera igualdad en el mundo y fuera de casa. Lo que sí me
da envidia, y a toda la producción nos dio envidia, es cómo
estos cuates han asumido mediante los ensayos su desnudez, con una naturalidad
más allá del morbo, la vergüenza, la sexualización
y la preocupación del pecado.
-La idea central es sumamente transgresora, ¿la
concibieron así los australianos?
-Por supuesto, no tuvieron un gramo de ingenuidad. Morley
habla de un nuevo discurso de la masculinidad dentro del concepto de toda
la obra. No hay nada naive en su propuesta, e inclusive están
pidiendo que hacer marionetas con el pene se vuelva deporte olímpico
¿te imaginas?
-No me parece tanto un deporte
-Dentro de su concepción sí lo es, Morley
piensa que esto es la vertiente grecorromana de la cultura occidental.
El se siente griego cuando está haciendo su espectáculo,
con una masculinidad gozosa, sin culpa, lúdica. Una de las sorpresas
cuando llegó fue ésa, que bromea diciendo estas cosas. Eso
me dio mucha confianza, así como el que tuviera una conceptualización
cultural, aunque la obra también es una apuesta a la ligereza y
lo lúdico.
-¿Qué fue lo que más llamó
su atención de este espectáculo?
-El shock y la recuperación del shock,
la tranquilidad posterior.
-¿Fue una catarsis?
-Si, creo que tuve una catarsis y me dije: ¡esto
es muy interesante!, y mira, hacer esta obra en Suecia no tendría
ningún sentido porque la desnudez allá es parte de la naturalidad
de la vida es inclusive parte de la vida familiar. Hacerla en Arabia Saudita
sería un suicidio, amaneceríamos todos colgados de los postes
en el zócalo, pero hacerla en México en estos momentos tiene
sentido. Aquí donde tenemos el primer sexenio de cero censura; por
otra parte, tenemos a la ultraderecha destapada tratando de regresarnos
al siglo XVII, así como a una izquierda que comercia estratégicamente
con sus compromisos más avanzados -la libertad del cuerpo humano,
de preferencia sexual, los derechos de mujeres e indígenas, del
individuo y de las minorías- en esta coincidencia de circunstancias,
aunado a una sociedad que busca la desnudez, el no ocultamiento y la no
represión, es poner un granito catalizador para que el público
decida si es de ultraderecha o no. Por lo pronto, al verla me topé
con mi propio Serrano Limón. (...) Esta obra es un performance
porque rompe con muchas reglas del teatro: no tiene historia, personajes,
rompe con la cuarta pared, pero además porque lo que sucede en el
escenario está previsto, lo que ocurre entre los espectadores es
impredecible y lo que pueda suceder alrededor socialmente. De plano estamos
yendo en la inocencia, igual no pasa nada, igual no hay reacción.
-¿De verdad cree que desacralizar al pene y verlo
juguetón no cause nada?
-Igual descubrimos que ya somos suecos.
"La ultraderecha siempre me sorprende"
-¿Tiene algún pronóstico acerca de
lo que ocurrirá?
-No tengo la menor idea. A mí la ultraderecha siempre
me sorprende y, a decir verdad, últimamente el PRD y la izquierda
también... entonces no lo sé (...) Me urge que entremos a
la despenalización de la libertad individual, porque ésa
es la democracia moderna, ir a votar qué padre, pero eso ya nos
lo sabemos, va lo siguiente.
-¿Marionetas del pene es su apuesta para
eso?
-Pues es un granito, no sabemos si será un granito
radiactivo o anodino. Me gusta hacer proyectos en los que de veras no sé
que va a pasar (...) Textualmente lo que hace la obra es que le quita la
hoja de parra al cuerpo humano masculino y lo instala durante hora y media
en un paraíso de juego, y a ver como reaccionan los de afuera.
Marionetas del pene se estrena hoy en el Foro Shakespeare,
Zamora 7, Hipódromo Condesa, a las 20:30 horas. Funciones: jueves
y viernes a las 20:30; sábados a las 19 y 21, y domingos a las 17
y 19 horas. Elenco: Rosendo Gázpel, Sebastián Ferrat, César
Barrios, Humberto Silva, Nathan Wittenberg y Silvia Carusillo y Maru Dueñas,
como las anfitrionas.
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