México D.F. Jueves 24 de junio de 2004
Falta nueva generación de investigadores capaces de realizar trabajo más aplicado, dice
En México la investigación educativa debe enfocarse al nivel básico: OCDE
JOSE GALAN
En contraste con prácticamente cualquier otro país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la mayor parte de los investigadores educativos en las universidades y en los centros de enseñanza de México se especializa en la investigación educativa a nivel superior o profesional, en lugar de hacerlo en el básico.
Para el organismo internacional esta es una paradoja, ya que el enfoque principal de las políticas educativas en México ha sido mejorar la cobertura y la calidad de la educación básica.
Lo que es más, añade la OCDE en el documento Revisión nacional de investigación y desarrollo educativo -hecho público este jueves-, existe "una considerable escasez de investigadores educativos con las habilidades cuantitativas suficientes -como en la mayoría de los países miembros de la organización-, lo que obstaculiza la investigación para la evaluación de la enseñanza en un momento crítico: cuando la importancia de esta evaluación está creciendo en toda América Latina y en la región del Caribe".
Además, los vínculos entre la investigación educativa y quienes practican la educación "son débiles en general, con poca capacidad para que los profesores se involucren con una reflexión sistemática de sus prácticas de enseñanza y de participar en proyectos de investigación con expertos".
A pesar de los retos, que se refieren principalmente a la educación básica y a la secundaria, la mayor parte de la investigación educativa se enfoca a la enseñanza superior.
El organismo considera que este enfoque sobre la investigación en la educación superior o profesional está relacionado con la falta de recursos para hacer investigaciones, especialmente las de campo y a gran escala. "Lo que es más, los investigadores pueden postularse para recibir fondos de la universidad, que tienden hacia investigaciones relacionadas con los problemas de la enseñanza superior".
Adicionalmente, dado que la educación básica estuvo muy centralizada antes de 1992, los investigadores podrían haber percibido una falta de variación en los temas disponibles para ser analizados. También la investigación que ha recibido reconocimientos por parte del Sistema Nacional de Investigadores y, hasta recientemente, por parte de los mecanismos de contribuciones gubernamentales, ha tendido a ser más enfocada a lo fundamental y menos a resolver problemas difíciles que quisieran los hacedores de políticas públicas.
Pocos investigadores son capaces de llevar a cabo el tipo de estudios cuantitativos a gran escala que el país necesita, particularmente cuando se trata de analizar de qué manera la descentralización ha afectado la calidad y la equidad en los estados del país. Además, los investigadores educativos mexicanos están envejeciendo, con un promedio de edad cercano a 50 años, y no es claro que una nueva generación esté surgiendo, "especialmente una más capaz de llevar a cabo el trabajo a gran escala y más aplicado que se requiere".
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