.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones
Obituario   - NUEVO -

M U N D O
..

México D.F. Jueves 24 de junio de 2004

Sorprenden a texano cuando construía una bomba de cianuro

Crece en Estados Unidos la amenaza de la ultraderecha militante

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 23 de junio. El gobierno de George W. Bush ha detenido a miles de inmigrantes árabes en este país como parte de su guerra contra el "terrorismo", pero el reciente enjuiciamiento de un texano blanco acusado de construir un arma química -una bomba de cianuro- lo suficientemente grande para matar a todos en un edificio de 30 mil pies, es prueba de que no todos los terroristas en Estados Unidos son extranjeros.

"Este caso demuestra claramente que no nos deberíamos olvidar de nuestros propios terroristas domésticos", comentó en entrevista con La Jornada Mark Potok, vo-cero del Southern Poverty Law Center, organización que ha monitoreado a la ultraderecha estadunidense durante décadas.

Agregó que el número de in-tentos terroristas de grupos ultraderechistas domésticos en Estados Unidos es "muchísimo más" que el de intentos de ese tipo de organizaciones internacionales.

El investigador y autor Daniel Levitas, quien recién publicó un libro sobre este tema, calcula que hay unos 25 mil activistas extremistas de ultraderecha en el país y más de 250 mil simpatizantes.

Estos datos, se quejan Levitas y otros, son en gran medida ignorados por las autoridades federales y el Departamento de Justicia, los cuales se enfocan casi exclusivamente a perseguir a organizaciones terroristas "extranjeras" que operan en el país.

El procurador general, John Ashcroft, ha convocado a numerosas con rosas conferencias de prensa en los últimos años para anunciar detenciones y acciones contra "terroristas" árabes y de otros países, y varias después de la condena del texano que armó una poderosa bomba química, pero en ninguna ocasión el procurador ha mencionado el nombre de William Krar.

Pero no hay duda de que Krar estaba almacenando armas para un gran atentado en este país cuando fue arrestado en 2003 en el este de Texas. En un cuarto de un almacén rentado por él, la policía encontró cantidades mayores de cianuro, ácidos, casi medio millón de balas, decenas de armas automáticas ilegales y 60 bombas de tubo.

"El cianuro de sodio es un químico tóxico y, como tal, constituye un arma química por sí sola", explicó Matthew D. Orwig, fiscal federal encargado del caso en Texas. "Al ser mezclado con ácidos fuertes como los encontrados en la casa de Krar, la combinación, gas de cianuro, es extremamente letal".

Pero como cuenta Paul Krugman, columnista del New York Times, el complot no fue descubierto como resultado de las investigaciones antiterroristas federales, sino por ac-cidente cuando un paquete que Krar envió por correo a un colega en Nueva Jersey fue entregado en un domicilio equivocado.

Cuando esa persona vio la colección de actas de nacimiento, identificaciones de la Agencia de Inteligencia de Defensa y de la Fuerza Multinacional de Naciones Unidas, todas ellas falsas, llamó a la policía. El FBI, eventualmente, arrestó a Krar, a su esposa y al colega en Nueva Jersey.

Además de la bomba de cianuro y otras armas, los agentes hallaron gran cantidad de literatura ultraderechista, incluso una copia del libro The turner diaries, obra de ficción sobre una revolución derechista en Estados Unidos, que también era favorita de Timothy McVeigh, ejecutado por el atentado al edificio federal en Oklahoma, en 1995.

"No tengo duda de que si William Krar hubiera sido musulmán o hubiese vestido una capucha, esta historia hubiera sido gritada desde los techos del Departamento de Justicia", dijo Potok. "No estoy diciendo que es-tén intentando encubrir esto, pero no ha ha-bido ningún esfuerzo para publicitar el caso".

Levitas, autor del libro The terrorist next door: the militia movement and the radical tight, declaró a Ap que "hay algo de ceguera en el Departamento de Justicia cuando se trata del potencial violento de la versión he-cha en casa estadunidense de Al Qaeda".

Krar no tenía vínculo con Al Qaeda, y en lugar de ser encarcelado sin acusación legal o enviado a Guantánamo aceptó su culpabilidad de cargos de armas ilícitas y eventualmente fue condenado a 11 años de prisión. Su esposa recibió una condena de cinco.

La oficina del fiscal federal en Tyler, Te-xas, emitió un breve comunicado de prensa sobre la condena, pero recibió escasa atención fuera del estado. Ashcroft no dijo nada.

Levitas está furioso. "Perdónenme, pero una arma química fue encontrada en el estado de donde viene George W. Bush", subrayó al Christian Science Monitor.

"No estoy diciendo que el Departamento de Justicia esté deliberadamente buscando bajarle el perfil a esto porque piensan que podría ser vergonzoso para el gobierno estadunidense ya que armas de destrucción ma-siva fueron encontradas en Estados Unidos antes de detectarse en Irak. Pero sí estoy diciendo que fue un error no otorgarle a esto un perfil más alto" ante la opinión pública.

Potok dice que el gobierno debería preocuparse más de la ultraderecha. El ejecutivo "logró recuperarse algo el año anterior", advirtió el Southern Poverty Law Center.

Potok comentó a La Jornada que cree que existían 751 grupos ultraderechistas ac-tivos en 2003, un incremento de 6 por ciento de los 708 detectados el año anterior.

Ha habido por lo menos 30 complots ma-yores de terrorismo doméstico en este país desde el atentado en Oklahoma en 1995, dijo Potok. Entre los descubiertos y detenidos estaba el plan del Ku Klux Klan para hacer estallar una serie de tanques de gas propano cerca de una escuela primaria en Texas.

Las autoridades dicen que 30 mil personas hubieran perecido si el atentado se hu-biera realizado. Otro grupo tenía planes para hacer estallar cada capitolio estatal de Estados Unidos. "Ha habido más incidentes relacionados con la derecha doméstica que con el terrorismo internacional", afirma Potok.

"Es difícil creer que William Krar no se hubiera convertido en nombre conocido en cada hogar si hubiera sido musulmán, o aun un izquierdista", escribió Paul Krugman esta semana en su columna del New York Times, donde señaló que Ashcroft jamás ha mencionado este caso en público.

"ƑEl señor Ashcroft estaba renuente a publicitar el caso de un terrorista que resultaba ser supremacista blanco? Más importante, Ƒestá el señor Ashcroft descuidando amenazas reales a la república por sus perjuicios ideológicos?", preguntó.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email